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“¡Sí Se Puede!”: El origen del grito mexicano

El famoso ‘Sí se puede’ es el grito de apoyo mexicano más popular por parte de los aficionados hacia los atletas; sin embargo, su origen se dio muy lejos de los estadios.

“¡Sí Se Puede!”: El origen del grito mexicano

En el mundo del deporte, ciertos cánticos y frases se convierten en símbolos de esperanza, resistencia y unidad. Uno de estos icónicos gritos es “¡Sí se puede!”, una expresión que ha acompañado a los atletas mexicanos en sus competiciones alrededor del mundo. Aunque muchos lo asocian principalmente con eventos deportivos, sus raíces se remontan a una lucha mucho más profunda y significativa.

El origen de “¡Sí se puede!” se encuentra en el movimiento de los derechos civiles y laborales de los años 70 en Estados Unidos. César Chávez, estadounidense de origen mexicano, líder de la United Farm Workers (UFW), popularizó esta frase durante sus campañas para mejorar las condiciones de los trabajadores agrícolas. Chávez, junto con Dolores Huerta (creadora de la frase), utilizaron el “¡Sí se puede!” como un grito de motivación y empoderamiento, simbolizando la fuerza colectiva y la posibilidad de cambio.

El ‘Sí se puede’ es una herramienta de cambio… la confianza en uno mismo, el saber que tenemos un poder, y el saber que nosotros somos capaces de hacer las cosas”.

—  Diego Luna, director de la película ‘César Chávez’.

No fue hasta 1997 que este grito encontró un nuevo hogar en el ámbito deportivo, específicamente en el beisbol infantil. En ese año, el equipo ‘Vaqueros de Linda Vista’ de Guadalupe, Nuevo León, llegó a la final de la Serie Mundial de Ligas Pequeñas en Williamsport, Pensilvania. Los mexicanos presentes en el estadio, inspirados por la historia de lucha y perseverancia de Chávez, comenzaron a corear “¡Sí se puede!” desde las gradas, alentando a los jóvenes jugadores a dar su máximo esfuerzo en el campo, logrando remontar un 4-1 a un 4-5 en la última entrada para ganar el campeonato.

Este momento se convirtió en un punto de inflexión. Desde entonces, “¡Sí se puede!” ha sido un grito omnipresente en cualquier competición donde un equipo o atleta mexicano esté participando. Ya sea en la Copa del Mundo de futbol, los Juegos Olímpicos, peleas de boxeo o cualquier otro evento deportivo, el grito resuena con fuerza, uniendo a los aficionados y motivando a los deportistas.

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Más que un simple grito de aliento, “Sí se puede” se ha convertido en un mantra, y la porra de los Diablos Rojos del Toluca han compuesto una canción. El coro “Sí se puede, Toluca sí se puede” ha trascendido las gradas del estadio Nemesio Díez, incluso el club se ha sumado, produciendo un video del cántico.

La prevalencia de “¡Sí se puede!” a través del tiempo demuestra su poder como símbolo de la tenacidad y el espíritu de lucha. Es una frase que trasciende el deporte, recordando a todos los mexicanos y al mundo que, con determinación y unidad, cualquier obstáculo puede ser superado. Desde los campos de cultivo en California hasta los estadios más grandes del planeta, “¡Sí se puede!” sigue siendo un recordatorio de que, con esfuerzo y coraje, todo es posible.

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