PARÍS.-La ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024 se vio afectada por una inusitada tormenta que deslució el espectáculo previsto a lo largo del río Sena. A pesar de los preparativos meticulosos y el despliegue de recursos para el evento, la lluvia se presentó sin previo aviso, empapando a deportistas, artistas, público y autoridades presentes.
Desafíos logísticos y adaptaciones
El evento, que se caracterizaba por ser la primera ceremonia olímpica celebrada en la calle y no dentro de un estadio, transformó el Sena en un escenario monumental. Los deportistas, que llegaron al estadio tras recorrer seis kilómetros en barco por el río Sena, tuvieron que soportar las inclemencias del tiempo, esperando en pie a que el resto de las delegaciones alcanzara el Trocadero, el epicentro de la ceremonia. Este tiempo de espera se extendió por más de una hora debido a las condiciones adversas.
Las embarcaciones, que inicialmente navegaban a una velocidad de nueve kilómetros por hora, aceleraron su marcha para llegar cuanto antes a su destino, en un intento de mitigar el impacto de la lluvia. A pesar de estos esfuerzos, los voluntarios tuvieron que repartir ponchos de plástico en el Trocadero para ofrecer algo de protección a los deportistas, aunque muchos optaron por trasladarse a la Villa Olímpica tras concluir el recorrido por el Sena.
La lluvia, que al principio caía de forma ligera e intermitente, se intensificó tres cuartos de hora después, obligando a todos los participantes a protegerse con plásticos, cuando estaban disponibles. Algunas personas abandonaron sus asientos una hora después de iniciada la ceremonia debido a las condiciones adversas. Además, uno de los elementos tecnológicos clave del espectáculo sufrió un apagón, con una pantalla gigante en el Trocadero permaneciendo en negro durante 15 minutos.
A lo largo del Sena y en el estadio efímero del Trocadero, las gradas estaban completamente descubiertas, salvo una sección reservada para los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) y jefes de Estado y de Gobierno. Este hecho contribuyó a una experiencia menos cómoda para los asistentes. A pesar de los desafíos, unas 600,000 personas asistieron al evento en vivo, divididas entre 300,000 en gradas y otras tantas desde balcones y viviendas cercanas.
El desfile de naciones: Orden y tradición
La ceremonia de apertura, que rompió con la tradición al ubicar la llegada de los atletas al inicio del espectáculo en lugar de al final, también presentó un desfile inédito en el río Sena. Los países participaron en el tradicional Desfile de Naciones en orden alfabético basado en el idioma del país anfitrión, en este caso, el francés.
Como es costumbre, Grecia marchó en primer lugar para honrar el origen de los Juegos Olímpicos modernos. Este año, el abanderado masculino de Grecia fue el famoso jugador de la NBA, Giannis Antetokounmpo, quien se convirtió en el primer abanderado negro de su país en una ceremonia de apertura. A continuación, el Equipo Olímpico de Refugiados desfiló justo después de Grecia, siguiendo la práctica establecida en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
El país anfitrión, Francia, cerró el desfile, siguiendo la tradición de que la nación organizadora es la última en entrar en el Desfile de Naciones. Además, se introdujo una nueva tradición para honrar a los futuros anfitriones, lo que situó a Estados Unidos y Australia (los anfitriones de los Juegos Olímpicos de 2028 y 2032, respectivamente) justo antes de Francia en la fila final del desfile.
Las mejores imágenes de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos
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