La mente brillante de un niño de 5 años inventó una mascota de las Grandes Ligas ¡Increíble!

En la rica historia de las Grandes Ligas, cada equipo tiene su propia esencia, marcada por sus colores, jugadores y, en muchos casos, por sus mascotas. Los Diamondbacks de Arizona, cuyo nombre evoca la imagen de la intimidante serpiente de cascabel, se han desmarcado del tema reptil cuando se trata de su mascota. En lugar de una serpiente, el equipo eligió a un lince como su símbolo animado, conocido como D. Baxter the Bobcat. Pero, ¿cómo se llega de una serpiente de cascabel a un lince? La respuesta reside en un olvido, una tienda de mascotas y la creatividad de un niño.

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Un comienzo sin mascota

Los Diamondbacks, que se unieron a las Grandes Ligas en 1998, no contaron con una mascota durante sus primeras dos temporadas. El desafío de representar a una serpiente, un animal sin extremidades, complicaba el diseño de una figura animada que pudiera recorrer el estadio y entretener a los aficionados. ¿Cómo se podría crear una mascota que capturara el espíritu del equipo pero también funcionara dentro de un contexto familiar y amigable en el estadio?

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El olvido de Jay Bell que cambió la historia

Aquí es donde entra Jay Bell, un ex infielder de los D-backs. Antes de unirse al equipo en el Draft de Expansión de 1997, Bell tuvo un momento de olvido que, sin saberlo, cambiaría la historia del equipo. En su tercer año de matrimonio, Bell olvidó el cumpleaños de su esposa Laura, un descuido que muchos podrían considerar menor, pero que para Bell fue un punto de inflexión.

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No ganaba tanto dinero en ese momento y se me olvidó su cumpleaños”, explicó Bell. “Y cuando la iba a buscar esa noche, me di cuenta de que me olvidé. Habíamos estado en el centro comercial la noche anterior y le gustaron unos gatos en una tienda. Entonces, tenía que hacer algo. Pasé por el centro comercial antes de ir por ella y compré un gato por US$20 y ése fue el comienzo de los gatos en nuestro hogar”.

La idea brillante de un niño

La afición por los gatos no se quedó solo en Jay Bell y su esposa. Su hijo Brantley, que tenía casi seis años en el verano del 2000, también desarrolló un cariño por los felinos. Fue Brantley quien, jugando con palabras y haciendo gala de una creatividad innata, sugirió la idea que cambiaría para siempre la identidad de los Diamondbacks. El estadio de los D-backs en ese momento se llamaba Bank One Ballpark, comúnmente abreviado como ‘BOB’. Inspirado por esta abreviatura, Brantley sugirió que la mascota del equipo debería ser un “Bobcat” (lince en inglés), aprovechando el juego de palabras con el nombre del estadio.

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De ocurrencia infantil a genialidad de la publicidad

Jay Bell llevó la sugerencia de su hijo al presidente del equipo, Rich Dozer, quien encontró la idea encantadora y única. Así, el 23 de junio del 2000, nació D. Baxter the Bobcat, convirtiéndose en la primera mascota oficial de los Diamondbacks. Desde entonces, Baxter ha sido una figura icónica en el estadio, entreteniendo a los fans y siendo parte de la identidad del equipo.

Hoy, Brantley Bell, quien fue la mente maestra detrás de esta idea, tiene 29 años y ha continuado su carrera en el beisbol, llegando a jugar en la sucursal Triple-A de los Rojos en 2021.

Todavía se acuerda”, dijo Bell de cómo surgió el nombre. “Todavía hablamos de eso de vez en cuando. Es algo bien curioso”.

Así, lo que comenzó como un simple olvido de cumpleaños y un acto de redención terminó creando una tradición que ha dado vida y alegría a los fanáticos de los Diamondbacks durante más de dos décadas. Una muestra más de cómo el deporte puede estar lleno de historias inesperadas y encantadoras.

Galería de D.Baxter The Bobcat: