La verdad detrás del afeitado: ¿Por qué los Yankees de Nueva York prohíben la barba y el pelo largo?

En la vasta y rica historia del beisbol, pocos equipos pueden presumir de la mística y el legado de los Yankees de Nueva York. Conocidos por su dominio en el diamante, los Yankees no solo son famosos por sus 27 campeonatos de la Serie Mundial, sino también por una política interna que ha generado tanto fascinación como controversia, la prohibición de barbas y cabello largo. Para entender los motivos detrás de esta regla, debemos retroceder en el tiempo y explorar el contexto y la cultura de uno de los equipos más icónicos de todos los tiempos.

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El origen de la política de los Yankees

La prohibición del pelo largo y las barbas en los Yankees de Nueva York data de 1973, cuando George Steinbrenner compró el equipo. Steinbrenner, un magnate naviero con un enfoque disciplinado y una creencia firme en la uniformidad y el profesionalismo, implementó esta regla con la intención de establecer un estándar de presentación y comportamiento en el club. Para Steinbrenner, la apariencia de un jugador en el campo era tan importante como su rendimiento. Creía que un equipo debía representar no solo talento, sino también una imagen pulida y unida que reflejara orgullo y respeto hacia la organización y sus seguidores.

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Una cuestión de identidad y marca

Bajo la dirección de Steinbrenner, la política de aseo se convirtió en un distintivo de los Yankees, una manera de diferenciarse de otros equipos en la Major League Baseball (MLB). Mientras que otras franquicias adoptaban políticas más relajadas sobre la apariencia personal, los Yankees optaron por mantener un estándar más conservador. Este enfoque no solo buscaba inculcar disciplina en los jugadores, sino que también proyectaba una imagen de tradición y respeto hacia los fans y la historia del beisbol.

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La medida, aunque en su momento fue vista como una imposición rígida, ayudó a construir una marca reconocible a nivel mundial. Los Yankees se posicionaron como un equipo que valoraba la uniformidad y el respeto por las reglas, un contraste deliberado con la contracultura que florecía en los años 70 y 80. Esta distinción les otorgó una identidad única, alineada con la noción de que los Yankees no eran simplemente un equipo de beisbol, sino una institución que representaba un estándar de excelencia y profesionalismo.

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Polémica de Don Mattingly

A lo largo de los años, la regla ha tenido sus detractores, tanto dentro como fuera del equipo. Jugadores de renombre, como Don Mattingly en 1991, se encontraron en el centro de controversias por cuestiones de apariencia. Mattingly, el capitán de los Yankees en aquel entonces, fue multado con 250 dólares y enviado a la banca por no recortar su cabello a la longitud permitida, lo que generó debates sobre la severidad de la política y su relevancia en tiempos más modernos.

Incluso el caso de Mattingly llegó tan lejos que en un episodio de Los Simpson, el personaje se ve obligado a cortarse el cabello porque el Sr. Burns, dueño de un equipo de superestrellas de las Grandes Ligas, le exigía que se recortara las patillas.

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El impacto en la cultura del equipo

Para muchos jugadores, unirse a los Yankees significa abrazar más que un uniforme; es adoptar una cultura de respeto y tradición que trasciende generaciones. El código de aseo no es solo una regla sobre la apariencia, sino una declaración sobre la mentalidad de equipo. Se trata de poner al grupo por encima del individuo, de simbolizar una cohesión que se refleja tanto en el terreno de juego como fuera de él.

Además, esta política refuerza un sentido de pertenencia y orgullo entre los jugadores. Al adherirse a la tradición de los Yankees, los jugadores se convierten en parte de un legado que ha perdurado por más de un siglo. Se trata de ser parte de algo más grande que uno mismo, de alinearse con una filosofía que ha definido a los Yankees como un bastión de excelencia en el mundo del deporte.

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El último Yankee en usar barba

En 1977, el receptor de los Yankees, Thurman Munson, apareció en una barajita Topps luciendo una barba completa, algo que estaba en clara contradicción con las normas del equipo, impulsadas con firmeza por el dueño George Steinbrenner.

Durante 11 días, Munson dejó crecer su barba, una acción que generó rumores de que el jugador estrella estaba buscando un cambio de equipo. Normalmente conocido por llevar solo un bigote, esta fue una protesta visible que rápidamente se convirtió en noticia nacional, atrayendo la atención de los medios y los fanáticos por igual. Algunos vieron en este gesto un acto de rebeldía, una manera de desafiar las reglas inflexibles de los Yankees, mientras que otros lo interpretaron como una señal de descontento con el equipo.

El manager de los Yankees en ese momento, Billy Martin, trató de minimizar la situación cuando Munson finalmente cedió y se afeitó. “Él lo hizo todo él mismo,” dijo Martin a la prensa, dejando en claro que no quería alimentar la controversia. “No me gusta decir nada al respecto. Se afeitó y eso es suficiente. Ahora el problema de la barba está muerto,” agregó, intentando poner fin a un episodio que desafiaba la autoridad del equipo.

Los Yankees sólo le dejan usar una cadena por juego a Álex Verdugo

Álex Verdugo, famoso por su llamativa colección de cadenas durante su tiempo con los Medias Rojas de Boston, ahora se enfrenta a un nuevo reto en los Yankees de Nueva York. Bajo la estricta normativa del manager Aaron Boone, Verdugo ha tenido que reducir su estilo distintivo, limitándose a usar solo una cadena durante los juegos y afeitándose su característica barba roja.

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Ha sido un poco difícil, hombre, porque normalmente estoy acostumbrado a llevar tres o cuatro,” comentó Verdugo, reflejando su ajuste a las reglas.

Tras su incorporación al equipo en diciembre, Verdugo ha mostrado su capacidad de adaptación, optando por una cadena más discreta, valuada en 15,000 dólares. Sin embargo, su estilo personal sigue presente fuera del campo, donde no duda en añadir más detalles, como un dije con el número “24”. Este cambio se debe a que el número “99”, que usaba en Boston, es propiedad del capitán de los Yankees, Aaron Judge.

Verdugo también ha compartido una historia conmovedora sobre su accesorio más preciado:

Mi cadena favorita es una personalizada que hice para mi mamá, quien estaba enfrentando un cáncer de mama. No la uso mucho porque no quiero romperla. Ahora está libre de cáncer, pero sigue en tratamiento. Cuando termine todo, esa cadena será suya.”

A pesar de tener que renunciar a su abundante barba roja y ajustar su apariencia al riguroso código de los Yankees, Verdugo ha demostrado su habilidad para adaptarse mientras mantiene su esencia personal.

Brian Wilson no fue yankee porque se negó a afeitarse la barba

En 2013, los Yankees de Nueva York consideraron la posibilidad de fichar al relevista Brian Wilson, conocido tanto por su potente brazo como por su icónica barba negra. Sin embargo, la estricta política de apariencia del equipo, que prohíbe las barbas y permite solo bigotes, se convirtió en un obstáculo insalvable. A pesar de que Wilson ya había jugado sin barba durante un tiempo con los Gigantes de San Francisco, en esta ocasión se negó rotundamente a afeitarse, rechazando cualquier posibilidad de unirse a los Yankees bajo esa condición.

El caso del Bat Boy

El 10 de abril de 2023, durante el partido contra los Guardianes, Michael Kay, locutor de los Yankees, criticó al bat boy del equipo por su cabello largo y su bello facial, lo cual infringe la estricta política de apariencia establecida por George Steinbrenner.

“Es extraño ver a alguien con el uniforme de los Yankees y ese tipo de cabello. Si a los jugadores no se les permite, no sé por qué se lo permitirían al bat boy”, comentó Kay.

Además, Nate, el bat boy y baterista de una banda llamada Open Doors, fue objeto de burlas por sus zapatos rojos. Más tarde se supo que Nate en realidad trabajaba para los Guardianes y fue prestado a los Yankees para esa serie, lo que explicaba su presencia y estilo en el juego de Cleveland.

10 jugadores que sufrieron un gran cambio al llegar a los Yankees

1. Johnny Damon: Damon tuvo que cortar su icónica melena larga y afeitarse la barba que llevaba durante su tiempo con los Boston Red Sox, lo cual fue un cambio significativo dado su estilo conocido y asociado con su personalidad de “idiota” en Boston.
2. Andrew McCutchen: Antes de unirse a los Yankees, McCutchen era conocido no solo por su barba distintiva, sino también por sus rastas largas durante sus años en Pittsburgh. Al llegar a los Yankees, tuvo que afeitarse y cortar su cabello, lo que marcó un cambio impactante en su imagen pública.
3. Alex Verdugo: Al unirse a los Yankees en 2024, Verdugo tuvo que afeitarse su característica barba roja, que era una parte importante de su estilo personal y llamaba mucho la atención.
4. Rougned Odor: Odor, conocido por su barba característica y su estilo rudo, tuvo que afeitarse al unirse a los Yankees, un cambio que fue bastante evidente.
5. Gerrit Cole: Cole, quien solía llevar una barba espesa con los Houston Astros, tuvo que afeitarse completamente al unirse a los Yankees, lo cual fue un cambio significativo, aunque menos asociado con su personalidad pública.
6. Randy Johnson: Aunque ya había acortado su cabello en comparación con sus días más jóvenes, “The Big Unit” tuvo que ajustar su imagen aún más cuando se unió a los Yankees, lo que tuvo un impacto debido a su fama de ser un lanzador feroz.
7. David Wells: Aunque no tenía barba, Wells, conocido por su imagen de rebelde, tuvo que cumplir con el código estricto de los Yankees, lo que fue notable debido a su carácter.
8. Esteban Loaiza: Cuando se unió a los Yankees en 2004, Loaiza tuvo que despedirse de su barba de candado, un cambio visible pero no tan impactante ya que su imagen no era tan públicamente asociada con su vello facial.
9. Don Mattingly: Aunque el cambio en su caso fue solo sobre cortarse el cabello y no afeitarse, fue un momento impactante en los medios porque desafió la política de apariencia de los Yankees, aunque el impacto visual no fue tan grande.
10. Clint Frazier: Frazier tuvo que cortar su cabello largo y brillante para cumplir con las reglas de los Yankees. Aunque fue un cambio significativo para él, el impacto fue menor en comparación con otros porque era relativamente nuevo y no tan conocido en ese momento.