A 22 años de "El tiro" de Michael Jordan para coronarse

Porque aún con cinco campeonatos en siete años se podría estar más arriba de la cima de la NBA, Michael Jordan y compañía en los Toros de Chicago decidieron que fueran seis en ocho temporadas.

“The Last Dance”, bajo ese nombre fue conocida la campaña 97-98 de los Toros. Literal, fue el último baile. La última pieza de la corona de los reyes de la década. La consagración como única de la dinastía, quizá, más poderosa de la liga.

Desde la oficina del dueño se buscaba que la mesa estuviera puesta para una vez más destapar la champaña en el mes de junio. Phil Jackson, el ‘Big 3’ de Chicago y el resto del plantel no fallaron nunca. Porque esa palabra no estaba en su vocabulario. Seis de seis en Finales.

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Para los bicampeones en ese momento de la NBA, el enfrentar de nueva cuenta al Jazz de Utah fue más una revancha para ellos que para su propio rival de la Conferencia Oeste. Sabían que esa sería su última oportunidad de brillar todos juntos. Jackson ya no regresaría el siguiente año, provocando que varios jugadores también actuaran bajo la misma forma.

Porque el tener a Jordan, Pippen, y tiempo después a Rodman fue la estrategia más valiosa para hacer indomable al Toro de Chicago. Ese monstruo de tres cabezas que todo hacía bien, y con su fiel jinete desde la época en que la franquicia no era nada y no tenía a alguien. Mucho menos un rumbo.

John Stockton y Karl Malone sucumbieron por segunda ocasión consecutiva. La esperanza era prominente en el estado de Utah al terminar con el mejor récord de la liga, al igual que sus futuros victimarios. Pero ni la creatividad del base o el dominio del ala pivot se sobrepusieron.

La despedida de los míticos Toros de Chicago pudo haber sido con una cuarta victoria en casa, pero el Jazz mandó a guardar una noche más el trofeo Larry O’Brien, mandando la serie a un sexto juego que se celebró el 14 de junio de 1998.

Los aficionados del Delta Center de Salt Lake City tuvieron el privilegio de ser testigos del sexto campeonato de los Toros de Chicago y de ese último tiro de Michael Jordan tras burlar a Bryon Russell para ponerle fin al juego. Si bien fue una herida en su momento, reconocieron el momento de historia del basquetbol que tuvieron enfrente.

Tres campeonatos seguidos en dos ocasiones, para un periodo de reinado de ocho temporadas entre el comienzo y el final.

De ese tamaño es la hazaña de la quinteta que dirigió Phil Jackson, junto a Jordan, Pippen y Rodman, con la ayuda del elenco de reparto. En los 90 no hubo equipo más dominante que los Toros de Chicago.
 
 
 
CAMPEONATOS
Temporada 90-91
4-1 sobre los Lakers de Los Ángeles
Temporada 91-92
4-2 sobre los Trail Blazers de Portland
Temporada 92-93
4-2 sobre los Soles de Phoenix
Temporada 95-96
4-2 sobre los Supersonics de Seattle
Temporada 96-97
4-2 sobre el Jazz de Utah
Temporada 97-98
4-2 sobre el Jazz de Utah