¿Qué es lo que quiere Damian Lillard?
El base de Portland Trail Blazers, Damian Lillard, comanda a su equipo, el octavo sembrado, en estos playoffs para tratar a Los Ángeles Lakers, los líderes de la Conferencia Oeste.
Nadie puede negar la competitividad de Damian Lillard. En un momento antes de la reanudación de la temporada, el base de los Trail Blazers de Portland solo tenía la intención de regresar a jugar si su equipo tenía la oportunidad de clasificar a los playoffs. No estaban en sus planes de verano plantarse en la duela para disputar "partidos insignificantes" del calendario regular.
Cada canasta se observa como si fuera algo personal. Como si su ego se completara cada vez que el balón entra al aro. Se interpreta la acción, más no se cuestiona. Porque él es así. Es su naturaleza. Es su modus operandi como jugador. Un efectivo lanzamiento para acabar un juego con victoria debe ser una sensación inigualable en su forma de vida. Porque es ganar o ganar.
De ello son testigos Patrick Beverley y Paul George, a quienes les recordó hace algunos días en redes sociales cuando los mandó a casa en una ronda de playoffs. El primero cuando estaba con los Houston Rockets; al otro el año pasado con el Oklahoma City Thunder. Quien ríe a lo último, ríe mejor. Bajo esa filosofía se ejecuta el actual "trash-talk" en la NBA. Y Lillard es simpatizante de ello. Claro, pertenece a la élite de la liga, tiene el derecho a alardear todo lo que quiera. A final de cuentas es básquetbol.
Mientras su cuarto de hotel no es un estudio de grabación para que su carrera de rapero ascienda en servicios de streaming bajo el nombre artístico de 'Dame D.O.L.L.A.', el base se adueña de las instalaciones del campus en Orlando, Florida. Su nombre está en la conversación en redes sociales día con día. A su equipo y a su carrera le asienta de maravilla en sus aspiraciones en la liga.
Los 37.6 puntos, 9.6 asistencias, 49% en tiros de campo y 43% en triples, un desafiante juego de 61 unidades contra Dallas Mavericks, el récord colectivo de 6-2 en la burbuja para obtener el octavo lugar del Oeste con el derecho a jugar el Play In y ganarlo ante Memphis Grizzlies, le acreditaron ser nombrado de forma unánime el MVP o Rey de la Burbuja. Jugando un nivel un nivel por encima del con el que llevó a su equipo a las Finales de la Conferencia Oeste de la campaña anterior.
'Dame' sin fallar desde detrás del arco o apenas cruzando el logo de la mitad de la duela es la imagen que todos recordarán en estos últimos ocho juegos previos a los playoffs de la NBA.
Portland Trail Blazers no carga con la imagen del vulnerable octavo sembrado que solo llega con la encomienda de no ser barrido por el mandamás de la Conferencia. Y parte de eso tiene gran responsabilidad Damian Lillard, teniendo ahora enfrente a LeBron James y a los Los Ángeles Lakers esta semana.
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