¿Última batalla? Los pequeños negocios se aferran a sobrevivir
La crisis económica que se profundizó entre marzo y junio llevó a la quiebra a decenas de negocios formales e informales en el Estado.

“Querida comunidad de Hermosillo, estamos luchando por mantenernos a flote y no ser parte de los negocios locales quebrados. Si tú compras un solo café nos brindas la posibilidad de existir y mantener empleos”, se lee en la cuenta @greencuphillo.
La publicación en la red social Twitter no pudo describir mejor la situación por la que están pasando cientos de negocios en Sonora.
Sarahí Lara, propietaria de esta cafetería estilo francés en la esquina de las calles Sonora y Garmendia en Hermosillo, dice que durante casi cinco meses los ingresos han sido prácticamente nulos y los gastos fijos no se detienen.
Por siete años fue un negocio exitoso que dio empleo a más de cuatro personas, pero en los últimos meses han sobrevivido como han podido.
El Centro de Hermosillo, donde está Green Cup Café, hasta mediados de marzo lucía abarrotado de visitantes, con negocios ambulantes y fijos. Hoy luce desolado, los locales con las cortinas abajo y cada vez más tiendas cerradas de manera definitiva.

Entre los comerciantes de la zona se estima que han cerrado de forma permanente al menos 25 negocios de todos los giros, pero la cifra, cuando llegue el recuento de los daños, será mayor.
Sarahí y Green Cup han sobrevivido hasta ahora. Por aferrarse a su negocio ha tenido que dejar de pagar gastos personales para costear servicios y el salario de sus empleados.
El apoyo del Gobierno ha sido poco, refiere: Accedieron a un crédito de 25 mil pesos que tiene que empezar a pagar pronto y no hay ningún tipo de condonación en los servicios. Quieren resistir, pero son conscientes de que sin ventas no podrán hacerlo.
“Estamos tratando de resistir y no queremos ser parte de las estadísticas y decir ‘cerramos’; comprendemos que la gente tiene miedo, pero queremos decir que hicimos todo lo que estuvo en nuestras fuerzas para hacer esto y fue con ayuda de la gente”, dijo.
POR TODA LA CIUDAD
La zona comercial del Centro es sólo un reflejo de lo que se vive en el resto de la ciudad: En las grandes plazas comerciales la mayoría de locales están cerrados.
Letreros de “se renta” se ven en muchas puertas y los empleados de las pocas tiendas que están abiertas observan tras las ventanas, a la espera de un cliente.
Con el cierre de cines, casinos y la restricción de la venta de comida sólo para llevar, los pasillos de las plazas comerciales como Galerías Mall, Plaza Dila y Patio están vacíos.

En Sonora, el 21 de marzo cerraron todo tipo de negocios no esenciales; el 1 de junio llegó la nueva normalidad en el País, pero aún con riesgo máximo de contagios, y la mayoría de los pequeños comercios siguieron cerrados.
Desde la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) en Hermosillo consideran que el 40% de los negocios en pausa no serán los mismos que cuando cerraron en marzo.
Hablamos de que más del 40% de los comercios no volverán a abrir de la forma en que cerraron, es decir que habrá negocios que ya no pudieron seguir pagando renta, pero la mercancía la siguen vendiendo en redes sociales”, explica Ario Bojórquez Egurrola, presidente del organismo empresarial en Hermosillo.
CIERRAN LA COCINA
El sector de restaurantes ha sido de los más golpeados. Ser considerados negocios esenciales no fue garantía de sobrevivir, pues cada día a través de redes sociales u otros medios se anuncia el cierre de negocios.
La Casa Grande, Balcán, Taza Madero, Kraken y La casa de los pasteles, son algunos de los proyectos locales que cerraron de forma permanente en esta contingencia.
Manuel Lira Valenzuela, vicepresidente estatal de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), estima que de 12 mil 500 restaurantes en Sonora cierren de forma definitiva al menos dos mil 500.

“Nosotros nos enteramos a diario de negocios que han cerrado, muchos restaurantes, algunos de gran tradición. Es imposible para un negocio sostenerse sin tener ingresos.
“Tenemos más de 6 mil negocios cerrados de forma parcial y la razón es porque no podemos cubrir los gastos fijos, servicios, renta, nómina y todo lo que tiene que ver con la operación de un restaurante”, dice.
Se estima que al mes de julio se han perdido al menos cinco mil 500 empleos en el sector gastronómico.
NO HAY NADA SEGURO
La crisis actual, considerada una de las más graves de la historia, no se circunscribe sólo a negocios pequeños. Los restaurantes y otros negocios de grandes cadenas también han sucumbido.
Sobre el bulevar Colosio casi esquina con Solidaridad se encontraba una sucursal de Burger King, pero ahora está vacía y con un letrero que anuncia un supuesto cambio de ubicación.
En el bulevar Morelos la sucursal de Dunkin Donuts cerró definitivamente.
El chef Mike de la Mora tenía dos proyectos en Hermosillo: Balcán y Kraken Gastropub, pero ambos tuvieron que cerrar de forma definitiva.

“Muchísimos negocios están cerrando, más de los que me hubiera imaginado, yo entre ellos. A diario veo que cierran negocios o que están en pláticas para vender, muchos están cerrados parcialmente, pero hay unos que jamás van a volver a abrir”, lamenta.
Al pago de renta -algunas sobrepasan los 100 mil pesos mensuales-, la nómina, la electricidad, el agua y los impuestos se suman las adecuaciones que tuvieron que hacer en cada negocio para la nueva normalidad, lo que tiene a las pequeñas empresas al borde de la quiebra.
CIERRAN MÁS PEQUEÑAS
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), entre marzo y junio de esta año se dieron de baja 298 empresas formales en el Estado, al pasar de 40 mil 476 unidades económicas a 40 mil 178.
En el periodo, del total de los negocios dados de baja 121 eran micros y pequeños, es decir, contaban con entre dos y cinco empleados, mientras que 208 de estas empresas estaban dentro de las actividades económicas de servicios, comercio y construcción.
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