¿Qué porcentaje de tus ingresos debes guardar para empezar a ahorrar y cuidar tus finanzas?
Establecer y seguir un plan de ahorro adecuado, adaptado a las circunstancias personales, puede ayudar a los individuos a lograr sus objetivos financieros sin comprometer sus necesidades inmediatas
MÉXICO-. En el ámbito de las finanzas personales, la prudencia y la planificación son esenciales para mantener una economía doméstica saludable. Uno de los métodos más recomendados para iniciar y cuidar unas finanzas más sanas es el ahorro.
Sin embargo, incluso el acto de guardar dinero requiere ser estudiado y planificado de acuerdo con la situación personal de cada usuario, para asegurar que el ahorro no afecte negativamente los gastos inmediatos.
¿Qué porcentaje de los ingresos debes guardar para empezar a ahorrar?
Una de las preguntas más comunes entre aquellos que buscan mejorar su salud financiera es cuánto de sus ingresos deberían destinar al ahorro. Los expertos sugieren que, como regla general, se debe ahorrar al menos el 20% de los ingresos mensuales.
Este porcentaje, conocido como la regla del 50/30/20, es un buen punto de partida para aquellos que buscan estructurar sus finanzas personales.
La regla del 50/30/20
Esta regla es una guía práctica para dividir los ingresos mensuales de la siguiente manera:
- 50% para necesidades: Estos son los gastos esenciales como vivienda, comida, servicios públicos, transporte y otros pagos necesarios para la vida diaria.
- 30% para deseos: Este porcentaje se destina a gastos no esenciales como entretenimiento, salidas a comer, compras y hobbies.
- 20% para ahorro y deuda: Este es el porcentaje destinado al ahorro y a la amortización de deudas. Dentro de este 20%, se recomienda crear un fondo de emergencia, ahorrar para objetivos a largo plazo y pagar deudas pendientes.
Cuidar de las finanzas personales a través del ahorro es un paso crucial hacia la estabilidad financiera. Establecer y seguir un plan de ahorro adecuado, adaptado a las circunstancias personales, puede ayudar a los individuos a lograr sus objetivos financieros sin comprometer sus necesidades inmediatas.
La clave está en iniciar con un porcentaje manejable, ajustarlo según sea necesario y mantener la constancia.
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