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Estos son los 21 gastos que nos empobrecen a diario

Lamentablemente, la prisa por conseguir algo nuevo se ha convertido en un fenómeno que aprovechan las empresas de todo el mundo

Estos son los 21 gastos que nos empobrecen a diario

MÉXICO.- Puede ser muy emocionante hacerse un pequeño obsequio o finalmente realizar esa gran compra para la que hemos estado ahorrando. Incluso las compras que no tienen un propósito muy funcional pueden crear ese pequeño revoloteo en el estómago del comprador.

Lamentablemente, la prisa por conseguir algo nuevo se ha convertido en un fenómeno que aprovechan las empresas de todo el mundo.

La cultura de consumo que ha invadido este mundo hace que en ocasiones sea difícil diferenciar entre una gran compra digna de celebración y una verdadera pérdida de dinero.

Por eso, el día de hoy te voy a compartir los 21 gastos poco inteligentes en los que gastamos nuestro dinero.

Compras de hobbies no utilizados: Muy probablemente te haya pasado a ti o conozcas a alguien que ha comprado algo porque en un principio le apasionaba o aparentaba ser una de sus pasiones.

Ese hobby que le distraía, que lo hacía feliz o creía que al desempeñar ese hobby iba a distraerse y a ser muy feliz, o al menos entretenerse.

Comprar artículos de hobbies, como una bicicleta de montaña que más adelante no vas a usar porque no tienes el tiempo, porque no existe el clima adecuado para que tú salgas a disfrutar o simplemente porque no tienes ganas.

Ese es un ejemplo de los muchos que existen, como bicicletas, patinetas, esquís para nieve, snowboards, lanchas, yates, etc. Podemos ir desde hobbies muy económicos hasta hobbies extremadamente caros.

Productos de salud milagrosos: ¿Cuántas veces no hemos caído en comprar aquellos suplementos alimenticios que nos ofrecen las “perlas de la Virgen” diciéndonos que podemos bajar de peso en una semana, que vamos a ganar masa muscular, que vamos a tener un cabello sensacional, grande, brilloso, etc., sin que ninguno de estos realmente tenga pruebas científicas de su efectividad?

Esta es una industria multimillonaria que se enriquece a costa de nuestra ingenuidad y fe. En algunos casos, puede tener efectos contraproducentes a los que realmente esperábamos tener.

Adaptaciones de automóviles: Realizar modificaciones costosas a tu auto o motocicleta sin que estas realmente vayan a aumentar significativamente su valor puede ser un hoyo sin fondo.

Gastar grandes sumas de dinero en modificar autos, ya sea en audio, llantas, rines, spoilers, pintura, viniles, etc., muchas veces no aumenta el valor significativo en la reventa de ese vehículo.

Salvo algunas pequeñas excepciones, como el famoso diseñador japonés que modifica autos y los convierte en una especie de obra de arte, en el 99% de las ocasiones se termina perdiendo dinero.

Cursos en línea que nunca se terminan: Honestamente, ¿quién no ha comprado alguna vez un curso en línea que nunca terminó? En algunos casos, hay personas que ni siquiera abren los cursos en línea que compran.

Una estadística de una de las empresas que venden más cursos en línea indica que el 80% de las personas que compran un curso en línea no lo terminan. Sin embargo, aquellos que toman un curso en línea en vivo tienen un 80% de probabilidades de completarlo.

Accesorios lujosos para mascotas: Aunque no lo crean, muchas personas que cuidan sus finanzas personales pueden gastar una fortuna en accesorios lujosos para mascotas.

Un ejemplo es un collar Versace para gatito que cuesta $300. Muchas personas no gastarían $300 en sí mismas, pero estarían dispuestas a comprar este collar para su gatito. Debemos ser mesurados, ya que estos gastos no aportan ningún valor significativo a la vida de la mascota.

Regalos caros e impulsivos: A todos nos ha pasado que en algún momento nos hemos sentido comprometidos a regalar algo costoso para aparentar quedar bien o satisfacer a alguien que ni nos interesa.

Regalarse algo a uno mismo está bien de vez en cuando, pero nunca de manera compulsiva. Es importante evaluar si realmente lo necesitamos.

Equipamiento costoso para hacer ejercicio en casa: Comprar equipos costosos para hacer ejercicio en casa, que luego terminan acumulando polvo, es un gasto innecesario.

A muchas personas les gusta ir a un gimnasio porque sienten que forman parte de una comunidad, lo que les motiva a ejercitarse.

Una casa que no se adapta a tu estilo de vida: Aunque las casas han ido creciendo en tamaño, la población tiene menos hijos. Una casa grande puede agotar una cuenta bancaria innecesariamente y agregar tensión financiera en lugar de permitir prosperar a la familia. Esto se conoce como vivienda pobre.

Suscripciones que no se usan: Muchas veces seguimos pagando suscripciones a aplicaciones, servicios de streaming, revistas, periódicos, etc., que no utilizamos. En promedio, en Estados Unidos se gastan $1,200 al año en suscripciones no utilizadas.

Coleccionables caros: Los artículos que se dicen ser coleccionables o ediciones especiales rara vez aumentan su valor con el tiempo. Los objetos que llegan a costar una fortuna son aquellos que no nacieron para ser coleccionables, como una moneda antigua o un automóvil con el que se ganó un campeonato.

Mobiliario y decoración de tendencia: Comprar muebles y decoración de tendencia que pronto se tornan anticuados y aburridos es un gasto innecesario. Es preferible elegir lo clásico, que pueda permanecer en el tiempo sin ser considerado viejo.

Gadgets y electrodomésticos inteligentes: Comprar gadgets y electrodomésticos que luego no usamos es otro gasto innecesario. Un extractor de jugos o una olla con múltiples funciones que luego resulta complicada de usar y limpiar se convierte en basura tecnológica.

Electrónicos, audio, video y videojuegos: Gastar en lo último en tecnología de pantallas, audio y videojuegos, cuando la versión anterior ya nos satisfacía, es un gasto innecesario. Las compras dentro de los videojuegos también pueden ser una tentación costosa.

Membresías a clubes exclusivos: Las membresías que no usamos con la frecuencia deseada pueden ser un gasto significativo que no se aprovecha.

Fiestas extravagantes: Gastar dinero en fiestas majestuosas con ropa carísima para un solo evento es otro gasto innecesario.

Títulos avanzados sin planes de utilizarlos: Gastar en una maestría sin un plan para utilizarla puede ser una inversión innecesaria.

Vehículos nuevos de lujo: Comprar vehículos nuevos de lujo, especialmente para un adolescente, puede ser un gasto innecesario. Un auto usado puede brindar las mismas prestaciones a menor costo.

Decoraciones navideñas costosas: Comprar decoraciones navideñas que se usan solo una vez y luego se guardan o tiran es otro gasto innecesario.

Amistades: Gastar dinero en mantener relaciones con personas que no nos aportan valor es otro gasto innecesario.

Reflexiona sobre los gastos innecesarios en tu vida y toma medidas para evitarlos, enriqueciendo así tu situación financiera.

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