Carlos Slim aprovecha caída de las bolsas en el lunes negro para invertir 24 millones de dólares en el sector petrolero

CIUDAD DE MÉXICO.-El lunes 5 de agosto de 2024, los mercados financieros globales experimentaron una fuerte caída, conocida como el “lunes negro”. Este evento, caracterizado por el pánico bursátil, no solo afectó a las acciones en general, sino que también abrió una ventana de oportunidad para inversores estratégicos como Carlos Slim, el empresario más rico de México. Slim, conocido por su habilidad para identificar oportunidades de inversión, aprovechó esta caída para aumentar su participación en el sector energético, especialmente en las empresas petroleras, dijo el medio El País citando a Bloomberg.

Según informes de Bloomberg, a través de su empresa Control Empresarial de Capitales, Slim invirtió 24 millones de dólares en dos compañías petroleras estadounidenses: Talos Energy y PBF Energy. Entre el 1 y el 2 de agosto, Slim adquirió 923,000 acciones de Talos Energy y 357,000 acciones de PBF Energy. Esta adquisición aumentó su participación en Talos Energy al 21.3% y en PBF Energy al 15.5%. Estos movimientos subrayan su creciente interés en el sector energético, un campo en el que ha intensificado su presencia en los últimos años.

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Aunque Slim ha ganado fama y fortuna principalmente en el sector de telecomunicaciones, sus recientes inversiones indican un cambio estratégico hacia el sector energético. En mayo de 2023, su empresa Grupo Carso invirtió 125 millones de dólares en el yacimiento petrolero Zama, ubicado frente a las costas de Tabasco. Posteriormente, en diciembre de 2023, Grupo Carso pagó 530 millones de dólares por el 50% de los campos petroleros Ichalkil y Pokch, situados frente a las costas de Campeche. Además, en junio de 2024, Slim anunció una inversión de 1,000 millones de dólares para reactivar el campo de gas natural Lakach, un proyecto que había estado estancado debido a las restricciones de Pemex, la empresa estatal petrolera de México.

La estrategia de Slim parece alinearse con el enfoque del presidente Andrés Manuel López Obrador hacia Pemex, la cual ha recibido inversiones para aliviar su deuda. AMLO ha solicitado a las autoridades y reguladores limitar las licencias y trámites para reducir la competencia que Pemex enfrenta de empresas privadas. Slim, con su creciente participación en empresas petroleras y su asociación con Pemex, parece estar posicionándose favorablemente para aprovechar las oportunidades que puedan surgir de esta política.

Recuperación y volatilidad en los precios del petróleo

El martes 6 de agosto, los precios del petróleo mostraron signos de recuperación tras el desplome del día anterior. Los futuros del crudo Brent subieron un 0.24%, alcanzando los 76.48 dólares por barril, mientras que los futuros del West Texas Intermediate (WTI) aumentaron un 0.36%, situándose en 73.20 dólares por barril, indica Reuters.

Este rebote en los precios del petróleo fue impulsado por varios factores:

• Escasez de oferta: La preocupación por la escasez de suministros en Oriente Medio, especialmente tras las amenazas de Irán de represalias contra Israel y Estados Unidos, contribuyó a la volatilidad en los precios del petróleo.
• Producción libia: El descenso en la producción del yacimiento libio de Sharara, de 300,000 barriles por día, debido a protestas y problemas operativos, exacerbó las preocupaciones sobre la oferta global.
• Inventarios en caída: La disminución de los inventarios de crudo y combustibles en los principales centros comerciales también ayudó a elevar los precios del petróleo.

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Reacción de los mercados financieros

En una jornada errática, los mercados bursátiles globales intentaron recuperarse tras la caída abrupta del lunes. Los índices bursátiles, como el S&P 500, el Nasdaq y el Dow Jones, mostraron repuntes, con el S&P 500 subiendo un 1.67% y el Nasdaq ganando un 1.74%. El índice MSCI de valores globales y el índice europeo STOXX 600 también mostraron mejoras.

Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense subieron, reflejando una disminución en la demanda de refugios seguros y un alivio parcial en los temores de recesión. El rendimiento de los bonos a 10 años aumentó al 3.858%, y el rendimiento del bono a 30 años se situó en 4.14%.