Peso mexicano alcanza su mejor momento en lo que va de agosto

Este miércoles, la divisa mexicana terminó en los mercados internacionales con un valor de aproximadamente 18.80 pesos por dólar. Esta cifra refleja una apreciación del 1.02 por ciento o 19 centavos respecto a la jornada anterior, según datos de Bloomberg.

La reciente apreciación del peso se ha vinculado a la desaceleración de la inflación en Estados Unidos, que ha registrado su cuarto mes consecutivo de disminución. Este fenómeno alimenta la expectativa de que la Reserva Federal de Estados Unidos podría reducir la tasa de interés en su próxima reunión del 18 de septiembre. Gabriela Siller, directora de análisis económico de Grupo Financiero Base, indicó que esta perspectiva ha fortalecido la confianza en la estabilidad del peso mexicano.

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Dinero

Sigue la depreciación del peso mexicano frente el dólar

Divisas globales y comparaciones

En un análisis más amplio de las divisas frente al dólar, el peso mexicano se destacó junto a otras monedas internacionales. Entre las principales divisas que se apreciaron, el rublo ruso lideró con un aumento del 1.36 por ciento, seguido por el shekel israelí con 1.22 por ciento, el peso mexicano con 1.02 por ciento, la rupia indonesia con 0.99 por ciento y el ringgit malasio con 0.61 por ciento, de acuerdo con datos de Grupo Financiero Base.

El dólar al menudeo y su variación

En el mercado local, el dólar al menudeo cerró este miércoles en 19.28 pesos en las ventanillas de Citibanamex. Este valor representa un incremento del 1.23 por ciento o 24 centavos en comparación con el cierre del martes, reflejando las dinámicas cambiantes del mercado de divisas.

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Materias primas y expectativas del petróleo

En el ámbito de las materias primas, el petróleo WTI experimentó una caída del 1.75 por ciento. Esta baja se debe a que la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) reportó un aumento en los inventarios de petróleo de 1.4 millones de barriles, en lugar de la caída esperada de 2.2 millones. Además, las expectativas de menor demanda global, tras los recientes recortes en las proyecciones de la OPEP y la Agencia Internacional de Energía (IEA), han contribuido a la presión a la baja sobre los precios del petróleo.