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Avon se declara en bancarrota: Una historia de altibajos

La historia de AVON es tan extraordinaria como inquietante. Todo comenzó con David McConnell, un joven que vendía libros de puerta en puerta en Nueva York

Avon se declara en bancarrota: Una historia de altibajos

MÉXICO.- AVON, una empresa que alguna vez fue un gigante en la industria de la belleza, ha caído en la bancarrota en Estados Unidos.

Esta compañía, que comenzó con un simple frasco de perfume y logró expandirse a más de 100 países, se enfrenta ahora a su mayor reto: reestructurarse o morir.

La historia de AVON es tan extraordinaria como inquietante. Todo comenzó con David McConnell, un joven que vendía libros de puerta en puerta en Nueva York.

En un intento por destacarse en un mercado competitivo, McConnell decidió regalar pequeñas fragancias con cada compra de un libro.

Pronto, descubrió que las mujeres estaban más interesadas en las fragancias que en los mismos libros. Así nació un imperio.

En 1886, McConnell fundó la California Perfume Company (CPC), con sede en Nueva York. Desde sus inicios, la compañía se enfocó en la creación y distribución de perfumes de alta calidad.

La visión de McConnell fue contratar a mujeres como representantes, lo que revolucionó el modelo de negocio y ofreció a muchas mujeres la oportunidad de ganar su propio dinero en una época donde las oportunidades laborales para ellas eran limitadas.

Con el tiempo, CPC se consolidó como líder en la industria de la belleza, y en 1936, McConnell renombró su compañía como AVON Products Inc., en honor a Stratford-upon-Avon, la ciudad natal de William Shakespeare.

AVON continuó su expansión global, adaptando sus operaciones durante la Segunda Guerra Mundial para contribuir al esfuerzo bélico.

A lo largo de las décadas, AVON mantuvo su liderazgo, alcanzando un valor de 140 millones de dólares en 1960.

Sin embargo, la recesión de la década de 1970 y la fallida adquisición de Tiffany & Co. marcaron el inicio de su declive.

A medida que la competencia aumentaba, con gigantes como L’Oréal y Estée Lauder dominando el mercado, AVON se fue quedando atrás.

En 2020, en un intento por expandirse, Natura adquirió AVON, formando la cuarta mayor firma de belleza del mundo.

Sin embargo, la integración fue complicada, especialmente debido a la pandemia de COVID-19. La adquisición aumentó la deuda de Natura, generando preocupación entre los inversionistas.

Finalmente, en 2024, después de años de dificultades, AVON se declaró en bancarrota bajo el Capítulo 11 en un tribunal de Delaware.

La creciente deuda, agravada por demandas relacionadas con productos de talco que se alegaba causaban cáncer, llevó a la compañía a este punto crítico.

Hoy, el futuro de AVON es incierto, y su historia se convierte en un recordatorio de los altibajos que pueden enfrentar incluso las empresas más grandes y exitosas.

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