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Ser influencer: ¿Un trabajo real? Experto en finanzas lo analiza

A medida que estas carreras continúan ganando legitimidad, la clave estará en educar a los jóvenes sobre las oportunidades y desafíos de ambas opciones

MÉXICO.- En la actualidad, las redes sociales han transformado radicalmente la manera en que las personas se comunican, consumen información y entretenimiento.

La figura del influencer, surgida de plataformas como Instagram, YouTube y TikTok, se ha convertido en un fenómeno que muchos consideran una nueva opción profesional.

No obstante, a pesar de su creciente relevancia, persisten las dudas sobre si ser influencer puede considerarse un trabajo real, especialmente cuando se le compara con profesiones más tradicionales.

El experto en finanzas, Luis Miguel Altamirano, realizó un análisis en su canal de finanzas sobre las tendencias laborales que ha revelado que aproximadamente una cuarta parte de los niños pertenecientes a la Generación Alfa —es decir, aquellos nacidos después de 2010— aspiran a convertirse en influencers, mientras que un 20% sueña con ser youtubers.

Incluso, el 10% de esta misma generación muestra interés en ser creador de videojuegos. Estos datos subrayan cómo las aspiraciones laborales de las nuevas generaciones están cada vez más orientadas hacia el mundo digital, un espacio que ha adquirido prominencia en sus vidas cotidianas desde una edad temprana.

El auge del influencer y el cambio en la percepción laboral

Para muchos niños y adolescentes, crecer inmersos en la tecnología y en las redes sociales ha hecho que la figura del influencer sea una opción natural de carrera.

Sin embargo, este fenómeno también genera controversia. Tradicionalmente, el éxito profesional ha estado ligado a carreras como el derecho, la medicina, la ingeniería o la docencia, que se perciben como más estables y con una trayectoria clara.

Por otro lado, el trabajo de influencer se percibe como una actividad sujeta a la volatilidad de los algoritmos y las tendencias de consumo en línea, lo que plantea preguntas sobre su sostenibilidad a largo plazo.

A pesar de estas preocupaciones, es innegable que ser influencer ha demostrado ser una fuente de ingresos significativa para muchos.

Algunos de los influencers más populares logran generar ingresos mediante la monetización de su contenido, patrocinios de marcas, colaboraciones comerciales y ventas directas.

Estas nuevas formas de generación de ingresos no solo han modificado la manera en que se concibe el éxito profesional, sino que han dado lugar a un ecosistema económico propio dentro de las redes sociales.

Viabilidad y estabilidad: ¿una profesión para todos?

Una de las principales preguntas que surge ante esta nueva realidad es: ¿Es ser influencer una carrera viable para todos? Si bien es cierto que algunas personas han logrado fama y riqueza, la realidad es que la competencia en las plataformas es feroz.

Solo un pequeño porcentaje de creadores de contenido logra consolidar una audiencia lo suficientemente amplia como para convertir su actividad en una fuente estable de ingresos.

Además, el éxito en este campo no está exento de desafíos. La presión por mantenerse relevante, la constante necesidad de innovar y adaptarse a los cambios de algoritmo, así como el impacto en la salud mental derivado de la exposición pública, son factores que también deben considerarse.

Por otro lado, a medida que más personas intentan convertirse en influencers, surge la pregunta sobre cómo afectará esto a las dinámicas laborales en el futuro. ¿Desplazará esta tendencia a las profesiones tradicionales? ¿O bien coexistirán en un mercado laboral donde la economía digital tenga un peso cada vez mayor?

Conclusión: un futuro en constante evolución

Aunque ser influencer puede parecer una profesión atractiva, especialmente para las generaciones que han crecido en el entorno digital, aún existen muchas incógnitas sobre su viabilidad a largo plazo.

Al igual que en cualquier otra carrera, el éxito no está garantizado, y requiere una combinación de habilidades, creatividad y adaptación constante a un entorno en rápida evolución.

La Generación Alfa enfrenta un futuro en el que las profesiones tradicionales y digitales deberán encontrar un equilibrio.

A medida que estas carreras continúan ganando legitimidad, la clave estará en educar a los jóvenes sobre las oportunidades y desafíos de ambas opciones.

Mientras tanto, el debate sobre si ser influencer es un trabajo real sigue abierto, y dependerá de la evolución de la tecnología y la economía para determinar si esta tendencia se consolida como una alternativa profesional estable o si se trata de una moda pasajera.

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