Reducción de la jornada laboral en México: Coparmex quiere que sea gradual

La iniciativa de reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas en México ha generado debate, particularmente entre los sectores empresariales, representados por organismos como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex). A pesar de ser una tendencia mundial, la Coparmex ha mostrado reticencia ante la pronta aprobación de esta reforma, argumentando que tendría un gran impacto en la productividad y competitividad de diversas industrias.

Postura de Coparmex: Necesidad de una transición gradual

Según Octavio Benavides Narro, vicepresidente de Coparmex Coahuila Sureste, México está entrando en una nueva era laboral, y aunque la reducción de la jornada de trabajo es una realidad en muchas partes del mundo, el país necesita un período de adaptación. Benavides destacó que la mayoría de las empresas en México operan bajo una jornada de 48 horas, y la reducción implicaría la eliminación del trabajo los sábados, cambiando el esquema a una semana laboral de solo cinco días.

Coparmex ha expresado que no se opone completamente a la idea de una jornada de 40 horas, pero enfatiza que el cambio debe hacerse “de manera responsable”, ajustándose por sectores industriales y regiones del país. Esto se debe a que algunas industrias, como la automotriz en la región sureste de Coahuila, ya están listas para implementar el cambio, mientras que otras requieren más tiempo para adaptarse. La propuesta de Coparmex es implementar la reforma de manera progresiva, sugiriendo un plazo de 3 a 5 años para su total adopción.

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Fuga de inversión extranjera: Un riesgo inminente

En Ciudad Juárez, Mario Cepeda, presidente de Coparmex Juárez, advirtió que la reducción de la jornada laboral podría provocar una fuga de inversión extranjera, similar a lo que ocurrió tras los ajustes salariales recientes. Cepeda mencionó que empresas han optado por trasladarse a Centroamérica o al interior del país debido al incremento de los costos laborales, lo cual ha resultado en la pérdida de más de 40,000 empleos en la región. Si no se generan condiciones de competitividad, como mejores salarios y estabilidad en los costos operativos, la ciudad podría perder aún más inversión y empleos.

Cepeda señaló que en países como Chile, la reducción de la jornada laboral se ha llevado a cabo de manera gradual, disminuyendo una hora por año, lo que ha permitido a las empresas adaptarse a los cambios. Este enfoque progresivo es lo que Coparmex considera necesario para evitar un impacto negativo en la economía mexicana.

Avances de la reforma laboral

La propuesta de reducción de la jornada laboral, impulsada por la ex diputada Susana Prieto Terrazas, busca modificar el artículo 123 de la Constitución y el artículo 69 de la Ley Federal del Trabajo, para reducir la jornada de trabajo de seis a cinco días semanales y garantizar al menos dos días de descanso. A pesar de su retraso en la Cámara de Diputados en 2023, la reforma ha ganado apoyo entre la ciudadanía y fue discutida en diversos foros.

La Comisión de Puntos Constitucionales aprobó el dictamen de la reforma a finales de noviembre de 2023, y se espera que se pueda aprobar en 2024. La implementación de la reforma sería gradual, permitiendo que las empresas ajusten sus procesos laborales de forma escalonada.

Impacto en las horas extra

Uno de los puntos clave de la reforma es el ajuste en el pago de horas extra. Actualmente, las horas extra comienzan a remunerarse a partir de la hora 49, pero con la nueva propuesta, el pago por tiempo extra se activaría desde la hora 41. La reforma garantiza que los trabajadores mantengan su salario, a pesar de la reducción de horas trabajadas, asegurando que no se vean afectados en su calidad de vida.

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Beneficios de la reducción de la jornada laboral

Aunque Coparmex ha expresado sus preocupaciones, la reducción de la jornada laboral también ofrece beneficios. Estudios demuestran que una jornada laboral más corta puede mejorar la productividad y el bienestar de los empleados, lo que, a largo plazo, podría traducirse en beneficios para las empresas. Un mejor equilibrio entre la vida personal y laboral aumenta la satisfacción de los empleados y su eficiencia en el trabajo.