Proponen aumento del 12% al salario mínimo para 2025: ¿qué impacto tendrá?
La propuesta de un aumento del 12% al salario mínimo para 2025 ha sido respaldada por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien busca que este ajuste sea parte de una estrategia a largo plazo para mejorar los ingresos de las familias mexicanas
El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), José Medina Mora, ha propuesto un incremento del 12% al salario mínimo para el año 2025.
Esta propuesta surge en un contexto de negociaciones laborales entre el gobierno federal, representantes de trabajadores y empresarios, y busca continuar con la tendencia de aumentos al salario mínimo que se ha dado en los últimos años.
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¿Qué implica la propuesta de aumento del 12% al salario mínimo?
La propuesta del sindicato patronal, presentada por José Medina Mora, establece que para 2025 el salario mínimo aumente un 12%. Esta medida se enfocaría exclusivamente en el salario mínimo general, dejando fuera la zona de frontera Norte, donde ya se ha alcanzado un salario mínimo que rebasa en 25% la línea de bienestar familiar, lo que hace innecesario un aumento en esa región.
El objetivo de esta propuesta es continuar con la política de recuperación salarial que permita a las familias mexicanas mejorar su poder adquisitivo. Según Medina Mora, se busca que el salario mínimo sea suficiente para cubrir las necesidades básicas de una familia de cuatro personas, con el ingreso de dos salarios mínimos.
Antecedentes de los aumentos al salario mínimo
Desde 2019, el salario mínimo en México ha experimentado incrementos significativos. En 2019, el salario mínimo diario era de 102.68 pesos, mientras que para 2024 ha alcanzado los 248.93 pesos diarios, lo que representa un aumento superior al 130% en términos nominales. Esta política de aumentos busca cerrar la brecha entre los salarios reales y el costo de la vida, que se había deteriorado durante las décadas anteriores.
El proceso para definir el incremento del salario mínimo para 2025 se llevará a cabo en diciembre, cuando los representantes de los trabajadores, los empresarios y el gobierno federal se reúnan en la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, Conasami. Este organismo es el encargado de fijar los salarios mínimos en el país, basándose en criterios económicos, sociales y laborales.
La postura del gobierno de Claudia Sheinbaum
La presidenta Claudia Sheinbaum ha respaldado la propuesta de un aumento salarial del 12% para 2025, y su gobierno ha fijado metas claras para los próximos años en relación con el salario mínimo. Sheinbaum ha planteado que el objetivo es que para 2030 el salario mínimo sea equivalente a 2.5 veces la línea de pobreza por ingresos urbana (LPIU). Actualmente, el salario mínimo equivale a 1.6 canastas básicas, por lo que se requieren aumentos anuales del 12% para alcanzar la meta en el tiempo previsto.
El plan de Sheinbaum también contempla la implementación de reformas que permitan un mayor control sobre el cumplimiento de los salarios mínimos por parte de las empresas, así como medidas para reducir las disparidades salariales entre regiones y sectores económicos del país.
¿Cómo se compara el salario mínimo actual con el poder adquisitivo histórico?
En la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, los aumentos al salario mínimo han sido una prioridad. Entre 2018 y 2024, el salario mínimo creció más del 100% en términos reales, recuperando niveles de poder adquisitivo similares a los que se tenían en la década de 1980.
Sin embargo, a pesar de estos avances, el salario mínimo en México sigue siendo insuficiente para cubrir plenamente las necesidades de una familia promedio. De acuerdo con los cálculos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el salario mínimo diario de 248.90 pesos en 2024 sigue por debajo del umbral de bienestar familiar en muchas regiones del país.
La reforma laboral y la reducción de la jornada laboral
Otro tema relevante que ha planteado el gobierno de Sheinbaum es la reforma para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales. Esta medida, que también forma parte de las negociaciones laborales en curso, busca mejorar las condiciones laborales de los trabajadores mexicanos. No obstante, Sheinbaum ha señalado que su implementación será gradual para evitar un impacto negativo en las empresas, especialmente en las PyMES.
La reducción de la jornada laboral es una de las demandas más antiguas del movimiento obrero en México y forma parte de un conjunto de reformas laborales que buscan mejorar la calidad de vida de los trabajadores sin comprometer la competitividad de las empresas.
El impacto de la propuesta en la economía
Uno de los principales desafíos que presenta el aumento al salario mínimo es su posible impacto en la inflación. Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México, Banxico ha señalado que las presiones salariales, tanto del salario mínimo como de los salarios medios, representan un reto para reducir la inflación, especialmente en el sector de los servicios, que ha mostrado resistencia ante los cambios económicos.
Según Heath, aunque el aumento salarial es positivo para los trabajadores, su implementación debe ser cuidadosamente evaluada para evitar un repunte inflacionario que afecte el poder adquisitivo. En su análisis, subrayó que los ajustes salariales pueden generar presiones inflacionarias si no se manejan con prudencia.
¿Cómo afectará el aumento del salario mínimo a las pequeñas y medianas empresas?
Uno de los puntos que ha destacado José Medina Mora es la necesidad de analizar el impacto de las reformas laborales, como el aumento al salario mínimo, en su conjunto, y no de manera aislada. Esto se debe a que estas reformas pueden tener efectos considerables en las pequeñas y medianas empresas (PyMES), que representan un gran porcentaje del empleo formal en el país.
Medina Mora advirtió que si los costos laborales aumentan de manera significativa sin un análisis global, muchas PyMES podrían verse obligadas a trasladarse a la informalidad para evitar los costos adicionales que implican los aumentos salariales. Esto no solo afectaría a las empresas, sino también a los trabajadores, quienes perderían los beneficios de la formalidad, como la seguridad social y las prestaciones laborales.
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