Educación financiera para niños: la clave para un futuro financiero sólido
La educación financiera para niños no solo contribuye a que comprendan el valor del dinero, sino que sienta las bases para que sean adultos con una economía saludable
MÉXICO.- La educación financiera es una habilidad esencial que debería fomentarse desde edades tempranas para preparar a los niños para la vida adulta.
Sin embargo, en México, solo un 20% de las escuelas primarias incluyen temas de educación financiera en su programa, de acuerdo con un estudio del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
La falta de esta formación desde la infancia puede llevar a una pobre administración del dinero en la adultez, con consecuencias como el endeudamiento o el gasto impulsivo.
María Fernanda Robles, psicóloga educativa en Fundación Banorte, comenta que “enseñar a los niños sobre la administración del dinero y el valor del ahorro les permite entender conceptos básicos como el costo de los productos, la importancia de ahorrar y el impacto de sus decisiones de gasto”.
Para Robles, una de las técnicas más efectivas es el uso de una alcancía, que ayuda a los niños a visualizar el crecimiento de sus ahorros y les enseña la paciencia y la recompensa de guardar en lugar de gastar inmediatamente.
Un informe del Banco Mundial de 2022 destaca que los países que implementan programas de educación financiera en la infancia tienen poblaciones adultas con un mayor nivel de ahorro y menores índices de endeudamiento.
Este estudio revela que las personas que recibieron educación financiera desde niños son más propensas a manejar sus finanzas de manera responsable y a evitar el uso excesivo de créditos.
Carlos Álvarez, especialista en educación financiera de la UNAM, señala que los padres también juegan un papel importante en este aprendizaje. “Los niños aprenden por imitación, por lo que es fundamental que los padres muestren buenos hábitos financieros”, comenta Álvarez.
Una estrategia recomendada es asignarles una pequeña cantidad de dinero semanal y permitirles decidir en qué gastarla, de manera que comprendan el valor del dinero y la importancia de administrar sus propios recursos.
La educación financiera para niños no solo contribuye a que comprendan el valor del dinero, sino que sienta las bases para que sean adultos con una economía saludable.
Con pequeños pasos, como una alcancía y la guía de padres y educadores, es posible construir una generación más consciente y preparada para enfrentar los retos financieros del futuro.