La psicología del gasto: Cómo nuestras emociones influyen en nuestras decisiones financieras
Al reconocer el impacto de las emociones en las decisiones financieras, es posible construir hábitos que fortalezcan la economía personal y evitar que el consumo impulsivo se convierta en un obstáculo para la salud financiera
MÉXICO.- Las decisiones financieras están estrechamente ligadas a las emociones. Impulsos como el estrés, la tristeza o incluso la euforia pueden llevar a una persona a gastar más de lo planeado, afectando su estabilidad económica.
Comprender la psicología del gasto ayuda a tomar decisiones financieras más controladas y a construir una relación saludable con el dinero.
Un estudio de la Universidad de Monterrey (UDEM), publicado en 2022, reveló que aproximadamente el 70% de los mexicanos realiza compras impulsivas, especialmente cuando se encuentran en estados emocionales negativos.
“El consumo impulsivo suele ocurrir cuando las personas buscan una satisfacción instantánea o un alivio temporal ante una situación de estrés”, explica María Fernanda Contreras, psicóloga financiera y autora del libro “Emociones y Dinero: Cómo controlar tus gastos”.
La publicidad y las redes sociales también juegan un papel en estas decisiones, generando una presión social que impulsa el consumo.
Según el informe “Tendencias de Consumo y Redes Sociales en México” de Deloitte, el 60% de los usuarios de redes sociales en el país admite haber realizado compras influenciadas por anuncios o recomendaciones en línea.
Este fenómeno, conocido como “compra emocional”, es especialmente común en jóvenes entre 18 y 35 años, quienes son más propensos a realizar compras de productos relacionados con la moda, tecnología y entretenimiento.
Para controlar el gasto impulsivo, Carlos Ríos, asesor de finanzas personales en KPMG México, sugiere implementar estrategias de autocontrol como el método de las 48 horas: “Si encuentras algo que deseas comprar, espera 48 horas antes de hacer la compra.
Esto permite una decisión más racional, alejándose de los impulsos iniciales”. Asimismo, recomienda hacer un presupuesto mensual y asignar una cantidad específica para el gasto discrecional. Esto ayuda a evitar que los gastos emocionales afecten las necesidades básicas.
Finalmente, Alejandra García, especialista en psicología financiera en la UNAM, enfatiza la importancia de identificar los gatillos emocionales detrás de cada gasto.
“Comprender por qué gastamos nos ayuda a identificar patrones y tomar decisiones más conscientes. El autocontrol es una habilidad que se puede aprender con práctica”, concluye García.
La psicología del gasto es un factor clave en la educación financiera. Al reconocer el impacto de las emociones en las decisiones financieras, es posible construir hábitos que fortalezcan la economía personal y evitar que el consumo impulsivo se convierta en un obstáculo para la salud financiera.