Inseguridad frena el crecimiento de miles de empresarios en México, según encuesta del Inegi

MÉXICO.- La inseguridad se ha convertido en un obstáculo para miles de empresarios mexicanos, particularmente para los que están comenzando sus proyectos.

Según los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE) del INEGI, un 15.1% de las empresas suspendieron sus planes de inversión en 2023 debido a la violencia.

Los micronegocios, que representan el 99% de las empresas en el país, fueron los más afectados, con 15.6% cancelando sus proyectos, seguidos por los pequeños negocios con 10.6%. Las empresas medianas y grandes reportaron tasas más bajas de 5.4% y 5.7%, respectivamente.

Gerardo Cleto López Becerra, dirigente del Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño y la Empresa Familiar (ConComercioPequeño), ejemplificó cómo el crimen organizado, especialmente el cobro de derecho de piso, ha llevado al cierre de comercios.

En Iztapalapa y Nezahualcóyotl, dos emprendedores se vieron obligados a cerrar sus negocios tras ser extorsionados. Aunque el derecho de piso ya es un delito grave, López Becerra destacó que la impunidad sigue siendo un gran desafío.

Impacto en diversas regiones del país

Las entidades más afectadas por la inseguridad fueron Morelos, Guerrero y Zacatecas, que mostraron un aumento significativo en los casos de cancelación de inversiones. En Morelos, la tasa de cancelación subió del 14% en 2021 al 37% en 2023. En Guerrero, fue del 33.4%, y en Zacatecas, del 28.6%.

El profesor Raymundo Tenorio, del Tecnológico de Monterrey, señaló que la inseguridad está desincentivando la inversión a largo plazo, lo que impacta negativamente en el empleo y el desarrollo local.

Las PyMEs, que son las principales generadoras de empleo, también son las más vulnerables, ya que no tienen los recursos para mejorar su seguridad como las grandes empresas.

El costo económico de la inseguridad

El INEGI calcula que el costo de la inseguridad para las empresas fue de 124.3 mil millones de pesos en 2023, de los cuales 71.5% correspondió a pequeños y micronegocios.

Este gasto incluye tanto las pérdidas por delitos como los costos adicionales en seguridad, lo que aumenta aún más las dificultades financieras de los empresarios.

Además de la suspensión de inversiones, muchas empresas han tenido que reducir sus horarios de operación o cancelar rutas de distribución. La inseguridad en las carreteras, especialmente en Michoacán, ha generado un aumento en los costos logísticos y afectado la rentabilidad de los negocios.

La autoridad rebasada por la criminalidad

La percepción entre los empresarios es que las autoridades han sido rebasadas por la criminalidad, lo que ha llevado a muchos a reconsiderar la relocalización de sus empresas. En algunos casos, se han optado por trasladar las inversiones a zonas más seguras, como Texas o Nuevo México.

Héctor Magaña, del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN), señaló que las PyMEs requieren de una estrategia de seguridad más efectiva para garantizar que sus negocios no solo sobrevivan, sino que puedan prosperar en un entorno libre de violencia.

El reto sigue siendo grande, y la inseguridad continúa siendo un obstáculo crucial para el desarrollo económico de México.