Ahorrar dinero: el reto de convertir un propósito de Año Nuevo en un hábito sostenible en México

México.- Según un estudio de Statista, el 36% de los mexicanos lo incluye entre sus objetivos principales, aunque pocos logran consolidarlo como un hábito.

Este fenómeno tiene raíces profundas en la falta de planificación financiera, la influencia de los sesgos cognitivos y factores culturales y generacionales.

Obstáculos principales al ahorro

1. Falta de planeación y educación financiera El Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) señala que gran parte de la población carece de conocimientos básicos sobre cómo gestionar sus ingresos y egresos.

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Sin herramientas como presupuestos o metas claras, los mexicanos tienden a priorizar gastos inmediatos o imprevistos, dejando de lado el ahorro. En hogares con ingresos limitados, esta práctica se percibe incluso como un lujo inalcanzable.

2. Sesgos cognitivos: La economía conductual, liderada por expertos como Daniel Kahneman, destaca cómo los sesgos cognitivos influyen en la toma de decisiones.

El “descuento hiperbólico” —priorizar gratificaciones inmediatas sobre beneficios futuros— dificulta mantener la disciplina del ahorro. Este sesgo explica por qué, aunque muchas personas inician el año motivadas, pierden interés conforme pasan los meses y los gastos cotidianos predominan.

3. Retos generacionales y culturales: Millennials y Generación Z enfrentan barreras específicas para ahorrar. Según Deloitte, estas generaciones tienen ingresos más bajos que las anteriores, enfrentan costos de vida más altos y sufren inestabilidad laboral.

Además, la informalidad, que afecta al 54% de los trabajadores mexicanos (según el Inegi), reduce el acceso a mecanismos formales de ahorro.

Por su parte, la UNAM destaca que el ahorro no está profundamente arraigado en la cultura financiera de los mexicanos. La mentalidad predominante de “vivir al día” limita la creación de estrategias a largo plazo, y la falta de incentivos claros por parte de instituciones financieras agrava esta problemática.

De la intención a la acción: soluciones concretas

Para transformar el ahorro en un hábito sostenible, es necesario tomar medidas prácticas y de largo alcance:

• Educación financiera accesible: Implementar programas que enseñar desde la infancia conceptos básicos y estrategias prácticas de ahorro.
• Uso de tecnología: Aplicaciones móviles y herramientas digitales pueden ayudar a establecer metas, automatizar transferencias a fondos de ahorro y monitorear el progreso.
• Incentivos fiscales y financieros: Las instituciones bancarias pueden ofrecer programas con tasas de interés más atractivas y recompensas para quienes mantienen hábitos de ahorro.
• Normalizar el ahorro desde la infancia: Incluir la educación financiera en los planos de estudio para fomentar el ahorro como una práctica habitual desde temprana edad.