El desafío de equilibrar el trabajo y la familia en el siglo XXI, según experto en finanzas

MÉXICO.- En tiempos recientes, el concepto de balance entre la vida laboral y familiar ha cobrado una relevancia especial, desafiando las costumbres de generaciones anteriores.

Marisa, una voz inspiradora en este debate, reflexiona sobre cómo la nueva generación de padres está transformando el significado de la paternidad activa.

Durante una conversación, Marisa destacó que en generaciones pasadas, como la de sus padres o incluso la suya propia (próxima a cumplir 60 años), la idea de un padre involucrado en las rutinas diarias de sus hijos era poco común. Sin embargo, ahora observa un cambio significativo en la dinámica familiar.

Un ejemplo es Diego Barrazas, anfitrión del podcast “Dementes”, quien compartió su decisión de llevar a sus hijos al colegio todos los días.

Diego reorganizó su agenda laboral, comenzando su día después de las 8:30 o 9 de la mañana, asegurándose de estar presente en una etapa crucial de la vida de sus pequeños.

Para él, priorizar a sus hijos sobre responder correos o tareas laborales es un acto de amor y compromiso.

Marisa también resalta el papel crucial de los padres modernos que no ven el cuidado de los hijos como una obligación, sino como un privilegio.

Su experiencia con su yerno, un padre dedicado que disfruta pasar las tardes con sus nietos, es un ejemplo claro de esta transformación.

En el contexto laboral, Marisa subraya la importancia de contar con parejas que compartan las responsabilidades familiares equitativamente.

Esta colaboración es clave, especialmente para las mujeres que desean emprender o ascender en sus carreras. “No es ‘déjame te ayudo’, sino ‘esto es de los dos’”, afirmó, subrayando la necesidad de un cambio cultural profundo.

Además, Marisa destacó casos de parejas donde las mujeres son las principales proveedoras económicas, mientras sus esposos asumen el cuidado del hogar y los hijos.

Estos modelos, cada vez más frecuentes, rompen estereotipos y celebran la igualdad de género dentro de la familia.

Esta nueva forma de entender la paternidad no solo beneficia a los hijos, quienes crecen con padres presentes y amorosos, sino también a las familias en su conjunto. Es un cambio que inspira y abre la puerta a un futuro más equitativo y equilibrado.