Estados Unidos impone nuevos aranceles a China y Beijing evalúa su respuesta: Así podría responder

CHINA.-Este martes entran en vigor los aranceles del 20 % impuestos por Estados Unidos sobre las importaciones chinas, en una medida que intensifica la guerra comercial entre ambas potencias. El presidente Donald Trump justificó la decisión argumentando que China no ha hecho lo suficiente para evitar la entrada de fentanilo a territorio estadounidense.

La respuesta de Pekín aún no ha sido anunciada oficialmente, pero se espera que el gobierno chino implemente medidas de represalia similares a las aplicadas en rondas anteriores. Según informes del diario estatal Global Times, China podría imponer nuevos aranceles a productos agrícolas y alimentarios estadounidenses, además de reforzar las restricciones a la exportación de minerales estratégicos, menciona el medio SCMP.

China evalúa contramedidas

Goldman Sachs prevé que China aplicará una combinación de aranceles y otras medidas económicas para contrarrestar el impacto de las sanciones estadounidenses. Entre las opciones en estudio se encuentra la ampliación de los estímulos económicos aprobados en 2023 y un posible aumento del déficit fiscal al 4 % para permitir mayor gasto gubernamental.

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Guerra comercial entre EU y China provoca fuerte caída en precios del petróleo

Según el economista Zhang Zhiwei, de Pinpoint Asset Management, el gobierno chino podría incrementar sus inversiones para mitigar los efectos de las sanciones sobre los exportadores. Además, el economista Dong Jinyue, del banco BBVA, anticipa que China seleccionará estratégicamente los productos estadounidenses a los que impondrá aranceles, con un enfoque en sectores sensibles como el agrícola.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Lin Jian, enfatizó en una conferencia de prensa que “las guerras comerciales y arancelarias no tienen ganadores” e instó a resolver las diferencias mediante el diálogo.

Impacto en los exportadores chinos

Las empresas chinas han desarrollado estrategias para afrontar las restricciones comerciales impuestas por EU. Según la economista Lynn Song, del banco ING, algunos exportadores de productos como juguetes y componentes electrónicos podrían no verse gravemente afectados, ya que sus bienes son difíciles de reemplazar en el mercado estadounidense. En estos casos, los importadores en EU podrían absorber parte del costo de los aranceles.

Otra estrategia de los exportadores chinos ha sido desviar sus envíos a través de terceros países, como Vietnam y México, para evitar los aranceles estadounidenses. Esta táctica ha ganado popularidad desde el inicio de la guerra comercial en 2018.

Contexto de la guerra comercial

Desde su primer mandato (2017-2021), Trump ha mantenido una política comercial agresiva hacia China, imponiendo aranceles de hasta el 25 % sobre diversas categorías de productos. La administración del republicano ha argumentado que estas medidas responden a lo que considera prácticas comerciales desleales por parte de Pekín.

A pesar de las tensiones, China ha logrado diversificar su mercado de exportaciones. En 2023, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) superó a EU y la Unión Europea como su principal socio comercial, con un crecimiento del 12 % en las exportaciones hacia esta región.

Posibles negociaciones

Analistas prevén que los recientes aumentos de aranceles podrían abrir la puerta a nuevas negociaciones entre ambos países. De hecho, se especula que EU continuará subiendo los aranceles hasta una posible reunión entre Trump y el presidente chino Xi Jinping en junio.

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El economista Jayant Menon, del ISEAS-Yusof Ishak Institute de Singapur, señaló que un factor que podría mitigar el impacto sobre China es la política arancelaria errática de Trump, que también afecta a otros países como México y Canadá. Según Menon, este escenario podría reducir la pérdida de competitividad de las exportaciones chinas en el mercado estadounidense.

La nueva escalada en la guerra comercial entre EU y China podría derivar en represalias económicas por parte de Pekín y un posible reajuste de las relaciones comerciales a nivel global. Sin embargo, la posibilidad de negociaciones sigue abierta, lo que podría marcar el rumbo de la disputa en los próximos meses.