Conoce el impacto económico de los aranceles de Trump en las familias y los estados de EU

El 4 de marzo de 2025, el gobierno de los Estados Unidos, bajo la administración del presidente Donald Trump, implementó nuevos aranceles del 25% sobre las importaciones provenientes de Canadá y México. Esta medida, que forma parte de la política económica proteccionista de Trump, ha generado preocupación entre consumidores, empresas y economistas debido a sus potenciales efectos negativos en la economía estadounidense. Además, se duplicaron los aranceles existentes sobre los productos chinos, elevándolos al 20%. Este análisis, del medio The Conversation, explora cómo estos aranceles podrían impactar a las familias, los estados y las industrias, con un enfoque en los costos económicos y las consecuencias a largo plazo.

1. Impacto económico general: Un golpe de $110,000 millones de dólares

Según un análisis estado por estado, la economía de los Estados Unidos podría enfrentar una pérdida anual de $109,230 millones de dólares debido a los aranceles del 25% sobre Canadá y México. Este cálculo no incluye las posibles represalias comerciales de estos países, lo que sugiere que las pérdidas podrían ser aún mayores. Los aranceles, que son impuestos sobre las importaciones, aumentan los costos de los bienes importados, lo que se traduce en precios más altos para los consumidores y desafíos para las empresas que dependen de cadenas de suministro globales.

2. Efectos en las familias: Aumento en los costos de vida

Los aranceles tendrán un impacto directo en los bolsillos de las familias estadounidenses. Los precios de productos cotidianos, como aguacates, jarabe de arce y otros bienes importados, podrían aumentar entre un 17.5% y un 25%. Esto se traduciría en gastos adicionales importantes para los hogares:

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Index Sonora analiza afectación por aranceles de Trump a México

• New Mexico: Una familia de cuatro personas podría enfrentar costos adicionales de $3,288 al año, equivalentes a tres meses de gastos en alimentos o un año de servicios públicos.
• Kentucky e Indiana: Las familias en estos estados pagarían 3,120 y 2,836 adicionales, respectivamente.
• Texas: Incluso en estados más ricos, los hogares podrían ver aumentos de más de $2,000 anuales.

Para las familias de ingresos medios y bajos, estos costos representan decisiones difíciles, como recortar gastos esenciales, posponer compras importantes o agotar ahorros.

3. Impacto desigual en los estados

No todos los estados se verán afectados por igual. Aquellos con economías más conectadas a las cadenas de suministro de América del Norte sufrirán los mayores golpes:

• Texas: Con fuertes lazos comerciales con México y un papel clave en la industria energética, Texas podría perder $15,300 millones.
• California: Su economía diversa enfrentaría una pérdida de $10,200 millones.
• Michigan: Dependiente de la manufactura automotriz, Michigan sufriría un golpe de $6,200 millones, equivalente a más del 1% de su PIB.

Los estados más pequeños y dependientes del comercio, como Nuevo México, Kentucky e Indiana, enfrentarían las mayores pérdidas per cápita. Por ejemplo, en Nuevo México, el impacto económico de 1,730 millones estría en 822 por residente, una carga fuerte en un estado con ingresos por debajo del promedio nacional.

4. Consecuencias para las industrias

Sector Automotriz:

La industria automotriz sería una de las más afectadas, especialmente en estados como Michigan, Indiana y Kentucky. Estos estados dependen de una cadena de suministro altamente integrada en América del Norte, donde los componentes cruzan fronteras múltiples veces antes de llegar a los consumidores. Los aranceles podrían:

• Aumentar los precios de los vehículos y las piezas.
• Reducir la producción y poner en riesgo aproximadamente 680,000 empleos en manufactura, producción de partes y ventas.
• Generar efectos secundarios en proveedores, concesionarios y economías locales.

Agricultura:

El sector agrícola también enfrentaría desafíos graves, especialmente si Canadá y México implementan represalias. Productos como el maíz, la carne de res y los lácteos, que son vitales para estados como Iowa, Nebraska y Wisconsin, podrían verse afectados por aranceles retaliatorios. Durante la guerra comercial entre Estados Unidos y China (2018-2019), los agricultores estadounidenses perdieron más de $27,000 millones, con una caída del 71% en las exportaciones de soya. Un escenario similar podría repetirse.

5. Retos para las cadenas de suministro

Los aranceles disruptirían las cadenas de suministro altamente integradas entre Estados Unidos, Canadá y México. Esto no solo aumentaría los costos de producción, sino que también generaría incertidumbre para las empresas que dependen de insumos importados. La manufactura, que es crítica en 17 de los 20 estados más afectados, enfrentaría márgenes de ganancia reducidos y posibles recortes de empleo.

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6. El panorama general: Un Cambio en la política comercial

Los nuevos aranceles representan un cambio fundamental en la forma en que Estados Unidos se relaciona con sus socios comerciales más cercanos. Aunque el objetivo declarado es fortalecer la industria estadounidense, los efectos secundarios podrían ser graves:

• Aumento de precios para los consumidores.
• Pérdida de empleos en sectores clave.
• Incertidumbre económica para estados y empresas.

7. Alternativas a los aranceles

En lugar de imponer aranceles, existen otras formas de abordar los desafíos comerciales sin alterar las cadenas de suministro integradas. Algunas opciones incluyen:

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• Acuerdos comerciales negociados: Establecer reglas claras y beneficiosas para todas las partes.
• Incentivos a la inversión: Fomentar la innovación y la competitividad en sectores estratégicos.
• Programas de desarrollo laboral: Capacitar a los trabajadores para adaptarse a las demandas de una economía global.

Los aranceles del 25% sobre Canadá y México, junto con el aumento de los impuestos a los productos chinos, tienen el potencial de causar un impacto económico en los Estados Unidos. Desde familias que enfrentan costos más altos hasta estados e industrias que luchan por mantener su competitividad, las consecuencias de esta política comercial son profundas y de largo alcance. Si bien el objetivo de proteger la industria estadounidense es comprensible, es crucial considerar alternativas que minimicen los efectos negativos y promuevan un crecimiento económico sostenible.

Artículo original publicado en The Conversation