Créditos de propósito: Cuando endeudarte sí puede tener sentido
Endeudarte no es un pecado financiero… si sabes para qué lo haces. Un crédito de propósito es una herramienta, no un lastre, y bien utilizado, puede ser el puente entre tu presente y tu mejor versión futura
MÉXICO.- En un entorno donde la deuda suele asociarse con angustia, malas decisiones y descontrol, hay un concepto que merece una segunda mirada: los créditos de propósito.
Estos préstamos no se toman por impulso ni por consumo emocional, sino con una intención clara, meditada y alineada a un objetivo de vida o crecimiento.
El asesor financiero Iván Corral explica: “No toda deuda es mala. El problema no es deber, sino deber sin estrategia. Un crédito con propósito puede ser una palanca poderosa de avance, si se usa con cabeza fría y corazón consciente”.
🧩 ¿Qué es un crédito con propósito?
Es una deuda planificada, útil y alineada con una meta personal o profesional significativa. Por ejemplo:
- Financiar un curso o maestría que te permitirá mejorar tus ingresos.
- Remodelar tu casa para alquilar una parte y generar ingreso pasivo.
- Comprar equipo para tu negocio o vehículo para transporte de trabajo.
- Consolidar deudas caras en un crédito con menor interés.
❌ ¿Y qué no es un crédito de propósito?
- Comprar ropa a meses sin intereses “porque estaba barato”.
- Financiar vacaciones sin ahorro previo.
- Pedir prestado para “taponear” un estilo de vida insostenible.
- Usar créditos rotativos sin fecha de pago clara.
✅ Cómo saber si estás tomando una deuda inteligente:
1️⃣ ¿La deuda genera valor a futuro?
Si el crédito te permite ganar más, vivir mejor o resolver un problema estructural, es probable que tenga sentido.
2️⃣ ¿Conoces el costo total del crédito?
Revisa la tasa de interés, plazos y comisiones. Un crédito con propósito no debe ser una trampa disfrazada.
3️⃣ ¿Tienes capacidad de pago realista?
No tomes deudas que sobrepasen el 30% de tus ingresos mensuales.
4️⃣ ¿Tienes un plan de salida?
Endeudarte sin fecha clara de liquidación es como subirse a un avión sin saber el destino.
Endeudarte no es un pecado financiero… si sabes para qué lo haces. Un crédito de propósito es una herramienta, no un lastre, y bien utilizado, puede ser el puente entre tu presente y tu mejor versión futura. Porque crecer también implica invertir en lo que sí vale la pena… incluso con financiamiento.