China: ¿Qué hay detrás del oscuro secreto de sus cifras récord de autos eléctricos abandonados?

CHINA.-En los últimos años, China ha sido aclamada como líder mundial en ventas de vehículos eléctricos (VE).

Sin embargo, tras los titulares que resaltan su dominio en este mercado en auge, se esconde un oscuro secreto que revela una realidad preocupante, según revela el canal de YouTube Serpentza.

Miles de autos eléctricos chinos, en su mayoría modelos del año 2021 de la marca BYD, están siendo abandonados en campos, dejados a pudrirse sin ningún propósito aparente", indican.

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Estos automóviles, que cuentan con menos de 31 millas de uso, están completamente registrados y poseen placas de matrícula. Sin embargo, han sido desechados y dejados a su suerte en campos que se convierten en cementerios de chatarra eléctrica.

¿Por qué China estaría desechando campos enteros de autos eléctricos?

La respuesta parece estar relacionada con la necesidad de alcanzar cifras de ventas impresionantes para obtener subsidios gubernamentales y presumir de liderazgo en producción y ventas de VE.

China es conocida por su inclinación hacia atajos y prácticas engañosas, y este caso no parece ser una excepción, denuncian.

“Las compañías automotrices, como BYD, registran estos autos abandonados y los cuentan como ventas exitosas, inflando sus números para asegurar fondos y mantener su apariencia de éxito en el mercado de VE, incluso superando a Tesla”, revela el canal de YouTube.

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Sin embargo, este problema no se limita solo a estos campos de autos eléctricos abandonados.

Según dicen, China tiene un historial de esquemas de inversión poco fiables que generan montañas de desperdicio y dañan el medio ambiente.

En el pasado, vimos cómo el esquema de bicicletas compartidas resultó en montañas de bicicletas abandonadas, y ahora el enfoque se ha trasladado a los vehículos eléctricos compartidos. La falta de investigación de mercado y la búsqueda de ganancias rápidas han llevado a la creación de cientos de miles de automóviles eléctricos que nunca se utilizarán y que terminarán contaminando y dañando el medio ambiente.

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Este problema es especialmente preocupante debido a las baterías de litio utilizadas en los vehículos eléctricos.

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La producción de estas baterías conlleva procesos químicos y de minería altamente peligrosos, que a menudo están relacionados con violaciones de derechos humanos, como el trabajo infantil y la esclavitud. Al descartar estos autos, no solo se genera un desperdicio masivo de recursos y se daña el medio ambiente durante su fabricación, sino que también se crea un peligroso desecho tóxico, ya que las baterías liberan sustancias químicas dañinas en el entorno.