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El humillante Tratado de Bucareli está por vencer y el Nearshoring en México ya se encuentra en auge, ¿coincidencia?

Finalmente han pasado los 100 años de vigencia del acuerdo entre Estados Unidos y México, donde éste último le entregó la soberanía al primero. No obstante, el país ya ha dado la bienvenida al Nearshoring.

MÉXICO.- El 13 de agosto del 2023 se cumplirán finalmente los cien años desde que se firmó el lamentable acuerdo entre México y Estados Unidos, mejor conocido como el Tratado de Bucareli, donde el entonces presidente Álvaro Obregón Salido acordó ceder la soberanía de la nación a cambio de obtener el respaldo estadounidense, puesto que en 1923 -año en que se selló el destino mexicano por 100 años-, el país aún enfrentaba las consecuencias que derivaron de la Revolución Mexicana (1910-1921).

En ese entonces, debido al histórico suceso antes mencionado, Estados Unidos aseguraba haber sufrido fuertes daños a sus bienes, lo cual derivó en una relación tensa entre ambos países.

Ante esto, Álvaro Obregón, en un intento por enmendar la situación con la intención de que Estados Unidos reconociera y apoyara a su gobierno, accedió ante el país vecino a múltiples reclamos y peticiones a su favor que, a su vez, afectaban distintos sectores del nuestro.

Dichas negociaciones tuvieron lugar en un edificio, propiedad del gobierno federal, que se ubicaba en la calle Bucareli, en Ciudad de México. Estas habrían iniciado el 15 de mayo de 1923 y fueron pactadas meses después, el 13 de agosto.

En este acuerdo, Estados Unidos obtenía concesiones sustanciales y, a su vez, reclamaba cuantiosas reparaciones económicas por los presuntos daños que sufrían sus empresas debido al proceso revolucionario mexicano, así como la limitación de valiosas oportunidades comerciales en los sectores energético e industrial mexicanos, a cambio de reconocer al gobierno de Obregón.

El denominado Acuerdo o Tratado de Bucareli, bautizado así por la ubicación de la residencia en Ciudad de México donde se llevaron a cabo las 19 reuniones entre los representantes de ambos gobiernos, constaba de dos Convenciones de Reclamaciones: una Especial y otra General. Los compromisos "extraoficiales" del gobierno de Obregón quedaron registrados en las actas de las conversaciones, minuciosamente redactadas para evitar efectos políticos indeseables.

Crédito: CNDH

A 100 años de ceder formalmente ante los deseos estadounidenses

El entonces presidente mexicano, Álvaro Obregón, quien había llegado al poder mediante un golpe militar, ansiaba desesperadamente el reconocimiento de Washington.

En ese momento, ocupaba la Casa Blanca el republicano John Calvin, quien designó a George Summerlin como representante del gobierno estadounidense para negociar el Tratado de Bucareli, mientras que Alfredo Pani actuaba en representación de México.

De acuerdo a información proporcionada por el medio Cronicón, fue entonces cuando ambos plasmaron sus firmas en el tratado, cuyas cláusulas fueron ‘tan infames’ que no fueron aceptadas por los congresos de ambos países. En consecuencia, se convirtió en un acuerdo de "caballeros" que fue publicado en el Periódico Oficial el 26 de febrero de 1924.

Presidente Álvaro Obregón (Crédito: Greelane)

¿Cuáles fueron las renuncias que sufrió México?

Estados Unidos aprovechó esta humillante oportunidad para explotar al máximo a la nación mexicana.

  • Pago de indemnizaciones:

    Estados Unidos exigió el pago de indemnizaciones a los ciudadanos estadounidenses por los supuestos daños sufridos en sus propiedades e instalaciones durante la Revolución, reclamando todas las ganancias no obtenidas por las empresas estadounidenses en ese período.

    La suma millonaria que el Estado mexicano pagó nunca fue revelada al público.

  • Soberanía de los recursos naturales nacionales:

    Washington solicitó la abolición del artículo 27 de la Constitución Política mexicana, el cual garantizaba la soberanía sobre los recursos naturales del subsuelo y las costas.

    Estados Unidos también exigió que dicha norma constitucional no tuviera efectos retroactivos para las compañías petroleras estadounidenses.

  • Producción de maquinaria industrial propia:

    El tratado prohibió a México fabricar maquinaria para sus propias industrias, ya que todo debía ser adquirido a Estados Unidos.

    Esta restricción explica por qué Pemex nunca pudo obtener su propia maquinaria para la perforación o refinación de petróleo.

  • Inversiones económicas:

    El Tratado de Bucareli también estableció condiciones especiales para la inversión, incluyendo salarios bajos, lo que generó un déficit en cuanto a seguridad alimentaria y una extrema pobreza en las clases marginadas.

Fin del Tratado de Bucareli y llegada del Nearshoring a México: ¿Coincidencia?

México se encuentra en un punto favorable en materia económica, debido a la llegada del “Nearshoring”, término que se define como la relocalización o el traslado de ciertos procesos de fabricación a una ubicación más cercana.

Esto surgió como política del presidente Donald Trump de incentivar a las empresas Americanas a salir de China, asi como por la pandemia del Covid-19, cuando las grandes economías -Estados Unidos en lo particular- se percataron de lo necesario que era el que sus cadenas de producción se encontraran más cerca de su frontera.

En un movimiento estratégico, las empresas estadounidenses asentadas en Asia y las empresas asiáticas que suministran a la industria y el mercado de estadounidense han fijado su mirada en las fronteras de este país, y no solo por las tensiones que han experimentado Estados Unidos y China desde 2019 por Taiwán, sino también por el hecho de que nuestro país cuenta con una ubicación geográfica excepcional, por lo cual se erige como un punto privilegiado para esta nueva estrategia.

México cuenta con una extensión de aproximadamente 3,200 kilómetros de frontera directa con los Estados Unidos y acceso tanto al Océano Pacífico como al Océano Atlántico, lo cual ofrece una combinación de factores geográficos y logísticos que resultan altamente atractivos para las compañías que buscan acercarse al mercado estadounidense.

La proximidad geográfica de México a los Estados Unidos facilita la comunicación y la coordinación, lo que se traduce en una reducción de los costos y el tiempo de viaje.

Además, la similitud cultural y lingüística entre ambos países promueve una colaboración fluida y un mejor entendimiento mutuo. Otro aspecto favorable es la compatibilidad horaria, que permite una mayor disponibilidad y sincronización en la prestación de servicios.

Nearshoring en México ya se encuentra en auge

De acuerdo con EFE, China ha intensificado en el último año el traslado de su producción hacia México con el alquiler de 5 millones de metros cuadrados de naves industriales por más de 100 empresas, revelaron las cámaras de comercio México-Hong Kong y la de Comercio y Tecnología México-China.

Este es el resultado de una tendencia por relocalizar ("Nearshoring") las cadenas de provisión ante la disrupción del mercado chino con el estadounidense y los potenciales beneficios del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que abre la puerta al mercado más grande del mundo.

Cada vez son más las empresas que buscan asentarse en el país. A continuación enlistamos algunos ejemplos:

Empresa Hisun U.S.A. en México

La empresa Hisun U.S.A. ya tiene dos plantas recién inauguradas en Saltillo, Coahuila, en el noreste mexicano.

Esta empresa estadounidense está vinculada al gigantesco conglomerado chino Hisun, y mantiene operaciones a nivel mundial. Debido a esto, en 2022, Hisun U.S.A. terminó trasladando a México la fabricación de algunos de los productos que antes venían de Asia.

Asimismo, algunas empresas de origen Chino como Hengli Group, Alibaba y Lizhong también han demostrado interés en establecer estaciones industriales al norte de México.

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Tesla en México

Por si fuera poco, la llegada de Tesla al país ha abierto gran potencial en el sector automotriz y la alta manufactura en México, sin mencionar el efecto multipliador que podrá ser de gran beneficio para más empresas.

La planta de Tesla en Nuevo León fue anunciada oficialmente en febrero de este año y vino con una inversión de entre 5 mil y 10 mil millones de dólares.

Tras esto, otras compañías de automóviles eléctricos externaron su interés en establecerse en la misma entidad, tales como la surcoreana Kia, la sueca Volvo y la estadounidense Navistar, de acuerdo a información por parte de Samuel García.

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Plan Sonora: el prometedor proyecto de energía solar

Pese a que este proyecto no proviene del extranjero, no podemos omitir la gran presencia de este nuevo proyecto con gran potencial de convertirse benéfico no solo para el país, sino de manera internacional.

El Plan Sonora, encaminado hacia las energías limpias, ya ha dado comienzo a la creación de seis plantas con celdas solares y su potencial encamina a México a convertirse en el mayor productor de energía limpia en América Latina.

El objetivo del Plan Sonora es impulsar la transición hacia energías limpias y, en ese proceso, contribuir de manera decidida y comprometida a la descarbonización de la economía y a la lucha contra el cambio climático.

Está previsto que tenga una capacidad instalada de mil megavatios, suficiente para abastecer a unos 500 mil hogares.

Según el gobierno mexicano, será el mayor proyecto de energía solar construido por la empresa eléctrica estatal.

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Con información de Cronicón y CNDH.

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