Pedro Infante sufrió tres accidentes aéreos, uno le quitó la vida

MÉRIDA, Yucatán- Aunque para las generaciones recientes no les parezca, la vida de Pedro Infante estuvo llena de color. Además de la actuación y el canto, dotes artísticos que lo llevaron a colocarse como un ídolo de la Época de Oro del Cine Mexicano, los aviones eran su otra pasión.

Tanto así, que según recopila El Universal, medio que lo entrevistó en vida, acumuló 2 mil horas de vuelo y hasta se convirtió en socio de una compañía de transportes aéreos.

Sin duda, surcar los aires, era una de sus cosas favorita para Pedro Infante, pues luego de que su compañera de profesión, Estela Pavón, falleciera en un vuelo comercial en 1949, el actor le comentó a su productor Ismael Rodríguez "yo también voy a morir en un accidente de avión".

Lo anterior habla, de que Infante ya lo tenía contemplado y en cierto punto asumido, pues a lo largo de sus horas de vuelo, Pedro sufrió 3 accidentes, el último de ellos un 15 de abril de 1957, con consecuencias fatales.

"Capitán Cruz", los tres accidentes aéreos de Pedro Infante

El oriundo de Guamúchil, Sinaloa despegó en 1947 del aeropuerto local de Guasave a sus 30 años de edad luego de una presentación de teatro y ante la escasez de luz de aquella madrugada, Infante se impactó y resultó con heridas en su mentón.

Dos años después, un 22 de mayo, el actor volvía de Acapulco a bordo de una avioneta junto a Lupita Torrentera, con quien tuvo tres hijos: Graciela (quien murió al año y medio de edad), Lupita y Pedro.

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En pleno vuelo, la brújula se averió y volaba sin rumbo. El combustible se terminó y marcha forzada, Infante trató de aterrizar sobre un potrero en Michoacán, tras varios tumbos se estampó con un árbol, golpe que le ocasionó una severa lesión en la cabeza, desde la frente hasta su oreja izquierda, cuestión por la que perdió la audición en dicho oído.

Lo operaron y le colocaron una placa de platino en su frente, misma que a la postre serviría para identificar su cuerpo el día de su deceso.

Por esta intervención, el rostro de Pedro Infante cambió, se le tuvo que hacer un bisoñé para que pudiera seguir trabajando.

Finalmente, el tercero de ellos sucedió como lo narró una de sus empleadas domésticas, Pedro estaba en Mérida, Yucatán, hizo ejercicio, se bañó y desayunó. Esa mañana se vio con el piloto Víctor Manuel Vidal Lorca y el mecánico Marcial Bautista, quienes lo acompañarían a volar en una nave de carga. Infante iba de copiloto con el alias del "Capitán Cruz".

Se reportaron problemas en el vuelo a 20 metros de altura y la aeronave cayó en un barrio popular; todos murieron.

El impacto de su muerte

El mundo lloraba, Antonio Matouk, el representante de Pedro, se desmayó; Sara Guash, la actriz chilena, sufrió una fuerte crisis nerviosa que la llevó al hospital; la señora madre de Infante casi se desmayaba.

Medio centenar de personas tuvieron que ser atendidas por la Cruz Roja el día del entierro de Pedro Infante, su muerte causó desmayos, insolación, crisis nerviosa y golpes, siete personas que asistieron al sepelio fueron hospitalizadas.

La tragedia de su fallecimiento tras sufrir un accidente aéreo conmocionó a México, país al que amó y admiró profundamente; la gente correspondió ese amor cuando lo despidieron en el Panteón Jardín entonando “Amorcito corazón” en medio de lágrimas, muchas lágrimas.