#FreeBritney: Cómo perdió su libertad la “Princesa del Pop”
Recientemente Britney Spears intentó sacar a su padre de la tutela de su patrimonio, sin embargo un tribunal de Los Ángeles rechazó su solicitud. Pero ¿Cómo fue que la artista internacional llegó a este grado de sumisión?
CIUDAD DE MÉXICO.- En 2006, Britney Spears, la emblemática figura de la música pop tocaba fondo; sentada en una cafetería llorando y abrazando a su bebé mientras miraba fijamente a una nube de paparazis que la acosaban.
Fue ahí cuando empezó todo, un ir y venir de tratamientos de rehabilitación y terapias que en todos estos años no han cambiado mucho el panorama de la cantante.
El año pasado ingresó de nuevo en una clínica psiquiátrica tras sufrir una crisis que ella achacó al delicado estado de salud de su padre, Jamie Spears, quien ha sido su tutor legal durante más de una década.
Un régimen de custodia que aún sigue vigente, y que desde hace meses atrás se pelea en un tribunal al que la cantante ha acudido para conseguir definitivamente su libertad.
En 2007 Britney Spears estaba en una espiral de depresión, alcohol y estupefacientes tras divorciarse de Kevin Federline.
Fue ingresada en un centro de desintoxicación mientras un juez entregaba a su exmarido la custodia de los dos hijos que tienen en común.
Durante su ingreso, el padre de Britney solicitó al juez convertirse en su tutor legal. Iba a ser por un año, hasta que se recuperara, pero ya han pasado trece.
Ese régimen supone que la intérprete no puede hacer prácticamente nada sin consentimiento; desde tomar el coche para ir de compras a conceder entrevistas o manejar sus publicaciones en redes sociales, y ni hablar de controlar su economía.
Recibe una asignación de mil 500 dólares a la semana, pero su tutor legal es el que maneja el patrimonio de la artista, unos 200 millones de euros netos acumulados. Solo en 2017 ganó 35 millones, en el que fue su último año de gran actividad, según la revista Forbes.
El asunto empeoró el año pasado cuando Jamie Spears estuvo a punto de morir por una obstrucción de colon y cedió la responsabilidad de administradora a la mánager Jodi Montgomery.
En ese momento Britney fue ingresada por tercera vez en un centro psiquiátrico, y aunque se dijo que fue porque sufrió una fuerte crisis nerviosa, ella misma reveló después que fue su padre el que forzó su ingreso por vía judicial, todo porque la cantante había salido a comer una hamburguesa con su novio sin el conocimiento de su tutor.
Por si fuera poco, el pasado septiembre Kevin Federline consiguió reducir la custodia de Britney sobre sus hijos, alegando que Jamie Spears abusaba físicamente de ellos.
En el caso que dura ya 13 años, su madre Lynne también ha solicitado ser ella la que se convierta en tutora de la estrella.
Argumentando que lo hace “preocupada por el bien de su hija” y “alarmada” por su estado después de su crisis de hace un año. De conseguir su objetivo, la progenitora tendría la potestad sobre cualquier decisión de su hija y también sobre su inmensa fortuna.
Mientras tanto, sus fans en las redes han popularizado la etiqueta #FreeBritney, exigiendo que termine de una vez por todas el control el ícono pop adolescente que hoy tiene 38 años.
Por su parte la cantante asegura que se encuentra en el mejor momento de su vida y que "está bien".
Probablemente en estos días, con el avance de la tecnología y la injerencia de las redes sociales, muchas voces saldrían en defensa de Britney Spears. Sin embargo nadie la defendió en su entonces.