Rafita Balderrama: Perdió 110 kilos y recuerda lo difícil que fue
El conductor de televisión Rafita Balderrama recordó la historia detrás de la pérdida de 110 kilos, que lo transformaron en el hombre que ahora es.
CIUDAD DE MÉXICO.- Lo conocimos en la televisión por cable como uno y actualmente aparece en TV Azteca como otro. El antes y después de Rafita Balderrama es sorprendente y el presentador recuerda orgulloso su proceso de transformación, que inició hace más de 10 años.
Con motivo de la retransmisión de una entrevista que le realizó ‘Venga la alegría’, a través de su cuenta de Instagram pidió a sus seguidores a compartir un clip: “Etiqueta a alguien que creas que mi testimonio le pueda servir”.
En la sección ‘En sus batallas’, Rafita Balderrama recordó cómo desde su juventud se enfrentó al bullying debido a su obesidad.
Al cumplir con su servicio militar, recordó que un general le dijo que era “inútil a la patria”. “Le dije, no señor, yo me siento apto para desempeñar mi servicio militar y me empieza a hacer burla, dice ‘a ver, muchachos, el soldado dice que quiere brindar su servicio militar, nomás que lo que el señor no sabe es que o se sube él al helicóptero o se suben 20 de ustedes… cada vez que decía algo yo sentía que me estaba enterrando un puñal.
“Y ese fue el punto en que yo dije ‘Pero algún día voy a estar flaco’”.
Su condición física lo hizo resaltar como presentador en el canal Telehit, junto a Omar Chaparro y ‘Perico’ Padilla. Logró tal fama, que incluso entró a la casa de ‘Big Brother’.
Pero a sus 28 años pesaba 176 kilos. Era talla 52 y XXL, pero tuvo un hijo, quien lo hizo reflexionar.
“Dije ‘este chamaco va a crecer’, va a querer jugar futbol, andar en bicicleta y yo a mis 27 años ya soy un marcado por la obesidad, un discapacitado por la obesidad, dije: es momento de tomar decisiones drásticas”, recordó en la entrevista.
Así que se sometió a una operación de bypass gástrico, que lo ayudó a inhibir el hambre.
“Mi desayuno era un té de manzanilla, a media mañana era un licuadito, mi comida fuerte era una calabaza hervida, una zanahoria hervida, pero no me comía la calabaza, nomás me tomaba el agüita”, contó.
“Lo curioso era que no me daba hambre, yo comía eso y era como si me hubiera comido un desayuno buffet. Después de esa dieta líquida pasamos a dieta de papillas, como bebé, hasta que llegué a la dieta blanda (…) tres dedos de pescado o de pollo, arroces muy retiraditos, y la desesperación se apoderaba de mí”.
Fue tal su compromiso para transformar su cuerpo que cayó en el extremo. La vigorexia lo hizo obsesionarse con el ejercicio hasta que en una clase de zumba se desmayó.
El consumo de anabólicos hizo que su estómago colapsara, lo que derivó en una cirugía en la que le retiraron 30 centímetros de colon, que ya había dejado de ser hidratado por su torrente sanguíneo.
También implicó cirugías para retirar el exceso de piel en su abdomen y rostro.
Bajar 110 kilos lo ayudó a mejorar su estado de salud, pero tuvo como consecuencia perder oportunidades en la conducción, pues “buscaban al gordito”.
Sin embargo, actualmente lo vemos en TV Azteca, en el programa ‘Corazón Grupero’, y presumió que se mantiene en 84 kilos.