Luis Miguel evade demanda en su contra: se niega a pagar la indemnización de su exempleado
El cantante lucha desde hace diez años con esta demanda por despido injustificado
MÉXICO.- Recientemente, salieron a la luz nuevos detalles sobre la demanda impuesta en contra de Luis Miguel por un exempleado al que el cantante nunca indemnizó y a quien, hasta la fecha, le sigue debiendo una gran suma de dinero. A casi diez años de poner la demanda por despido injustificado, Francisco Javier Guatemala insiste en el proceso para reclamar justicia a las autoridades de Acapulco.
Este jueves 18 de noviembre se llevó a cabo una audiencia más, pero el resultado no fue muy alentador para el demandante pues según afirma su abogado, Tomás Gutiérrez, a las cámaras de Ventaneando, la defensa de Luis Miguel sigue buscando pretextos para prolongar el proceso y no pagar lo que debe.
“Es el despido injustificado de mi cliente, el señor Francisco Javier Guatemala por haber trabajado más de 20 años acá en Acapulco con esta persona; la ley federal del trabajo contempla como tal (despido injustificado) y desde luego que hay sanciones [...]. No se ha podido porque los abogados de la contraparte han puesto diversas estrategias para retardar”, comentó.
"La audiencia pasada los abogados de esta persona pidieron tiempo para poder hacer su defensa bien ,técnica y adecuada, y el tribunal, dándole ese derecho de poder defenderse, lo concedió […] y le dio la fecha hoy. Se continuó con la audiencia, pero vinieron a decir lo mismo", agregó.
El cantante busca evadir el caso
Después agregó que los abogados están usando distintas “artimañas” para postergar el proceso y que esta vez dijeron que las autoridades de Acapulco no son competentes para llevar el caso. Sin embargo, el abogado del demandante cree que esta afirmación no tiene sentido ya que carece de argumentos y fue en esta ciudad donde su cliente fue empleado por el cantante, por lo que lo más natural es que el caso se lleve en Acapulco.
Finalmente, el abogado recordó que el cantante se refirió constantemente a su cliente como un velador, en un intento de demeritar las labores que desempañaba para él, las cuales incluían ser administrador de sus finanzas cuando estaba en Acapulco.