"Sabía que el submarino del Titanic implosionó el lunes y el rescate fue una 'farsa'", dice James Cameron
Cameron expresó su pesar por no haber sido más contundente en sus preocupaciones y revela detalles sobre el trágico suceso.
LONDRES.-El reconocido cineasta James Cameron ha hecho declaraciones sobre el desafortunado incidente del submarino Titan, afirmando que el naufragio del sumergible fue una implosión y que el posterior rescate fue una farsa.
Cameron expresó su pesar por no haber sido más contundente en sus preocupaciones y revela detalles sobre el trágico suceso.
Según Cameron, OceanGate, la empresa responsable del submarino, no debería haber realizado la expedición en primer lugar, ya que no contaba con la certificación necesaria.
El cineasta señala que había una gran preocupación en torno a esta empresa y su sumergible, tanto así que un grupo de personas redactó una carta instando a OceanGate a certificar el submarino y evitar actos irresponsables que podrían llevar a una catástrofe.
El lunes por la mañana, Cameron se enteró del incidente y rápidamente se puso en contacto con otros expertos en la comunidad submarina.
“El submarino había desaparecido”
Descubrió que el submarino se encontraba a 3.500 pies de profundidad cuando se perdió la comunicación y el rastreo. Para Cameron, esto era una clara señal de que el sumergible había desaparecido.
A pesar de haber intentado considerar otras posibles explicaciones, no encontró ninguna que no implicara la implosión del submarino. Sus esfuerzos por recabar información adicional dieron frutos cuando se confirmó, mediante redes acústicas y estudios de investigación, que se había escuchado un fuerte estruendo al mismo tiempo que se perdieron las comunicaciones del submarino. Estos hallazgos confirmaban la teoría de la implosión.
Debido a sus inquietudes previas sobre el submarino, Cameron había enviado correos electrónicos a sus contactos, comunicándoles que habían perdido a algunos amigos y que el submarino había implosionado, yaciendo ahora en el fondo del océano en pedazos.
El cineasta confiesa no haber creído en la tecnología utilizada para construir el casco del submarino, compuesto de fibra de carbono enrollada.
Consideraba esta idea como un grave error y lamenta no haber expresado sus preocupaciones de manera más enérgica. Cameron argumenta que los cascos presurizados deben estar hechos de materiales continuos como acero, titanio, cerámica o acrílico, que pueden ser sometidos a análisis de elementos finitos para comprender sus propiedades y límites de resistencia. En cambio, los materiales compuestos, al ser una mezcla de dos sustancias distintas, como la fibra de carbono, presentan riesgos de delaminación, fallos progresivos con el tiempo debido a la entrada de agua y fatiga cíclica.
El cineasta destaca que este no es un caso aislado, y menciona otros submarinos naufragados que sufrieron problemas similares debido al uso de materiales compuestos. Cameron advierte sobre los peligros inherentes de utilizar este tipo de materiales en cascos presurizados, argumentando que los materiales tradicionales como el acero y el titanio son más confiables y predecibles.