¿Qué nos dice ‘The Bikeriders’ sobre la masculinidad moderna?

ESTADOS UNIDOS.- Jeff Nichols, conocido por sus retratos intensos y detallados, presentó su nueva película “The Bikeriders” basada en el libro fotográfico de Danny Lyon de 1968. Aunque algunos críticos, como Peter Debruge de Variety, han elogiado la película, la respuesta general ha sido variada y, en algunos casos, indiferente. La película, que captura la vida de una pandilla de motociclistas de Chicago llamada los Outlaws, renombrados como los Vandals en la cinta, no ha desatado una fiebre retro de motociclistas como se esperaba.

Una Mirada a la Cultura Motociclista

De acuerdo con un reseñista de Variety, la película se sitúa en la cultura de los clubes de motociclistas de finales de los años 60 y principios de los 70, una época y un lugar que muchos creen conocer gracias a las sagas de motociclistas de Hollywood. Estas películas, desde “The Wild One” con Marlon Brando hasta “Hells Angels on Wheels”, tienden a enmarcar el lado delictivo de la cultura motociclista como una especie de mitología antiautoritaria. Sin embargo, “The Bikeriders” busca presentar una versión más auténtica de esta subcultura, reflejando no solo el estilo glamoroso de las pandillas de motociclistas, sino también su energía y espíritu primitivo.

La Realidad Cruda de “The Bikeriders”

Lo que distingue a “The Bikeriders” es su sensación de realismo, presentada a través de un formato que combina drama y documental. La película explora no solo el estilo de vida de los motociclistas, sino también una energía masculina primitiva y una búsqueda constante de libertad y lealtad. En la escena inicial, el personaje Benny (interpretado por Austin Butler) muestra su orgullo desafiante al negarse a quitarse su chaqueta de pandillero, lo que le cuesta una golpiza. Esta actitud de orgullo desmedido es central en la película y refleja una lucha interna y externa por mantener una identidad fuerte y libre.

La Dualidad de la Masculinidad

Los personajes de “The Bikeriders” no son vagabundos sin rumbo; el líder de la pandilla, interpretado por Tom Hardy, tiene un trabajo estable y una familia de clase media. Sin embargo, estos hombres sienten una necesidad incontrolable de violencia y libertad, una necesidad de vivir más allá de las reglas establecidas. Al mismo tiempo, buscan un código de vida que no los haga sentir vacíos. Ser parte de los Vandals les da un sentido de pertenencia y una válvula de escape para su agresión.

La Ambivalencia de la Energía Masculina

La energía masculina en “The Bikeriders” puede percibirse como tóxica en algunos momentos, pero la película también muestra una bravura temeraria que resulta seductora. La línea entre comportamientos destructivos y glamorosos es muy delgada, y la película navega esta ambigüedad con maestría. Nos enfrenta a la pregunta de cuánto de este comportamiento es lo que realmente deseamos en la identidad masculina.

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Reflexión Final

“The Bikeriders” ofrece una visión profunda y ambivalente sobre la masculinidad. Nos muestra a hombres actuando de manera negativa y positiva, sin glorificar ni demonizar sus acciones. Nos invita a reflexionar sobre nuestra propia percepción de la energía masculina y su lugar en la cultura moderna. Esta ambigüedad es lo que hace que la película sea cautivadora y provocadora, dejando al espectador cuestionando cuánto de este comportamiento es parte de lo que queremos que los hombres sean.

Con información de Variety.