Este clásico de tu infancia casi mata a su joven protagonista en el rodaje

Noah Hathaway, conocido por su papel de Atreyu en “The NeverEnding Story”, ha revelado detalles sobre el desafiante rodaje de esta icónica película.

En una reciente entrevista con IndieWire, Hathaway compartió anécdotas que reflejan los peligros a los que se enfrentó durante la producción. “Bromeo sobre cómo siempre intentaban matarme en esa película”, comentó Hathaway. “Pero en realidad, estuvieron cerca un par de veces.”

Accidentes y desafíos en el set

Hathaway, quien tenía solo 12 años cuando comenzó a filmar, enfrentó una serie de desafíos físicos. Antes de que comenzaran las grabaciones, sufrió un accidente grave mientras entrenaba con un caballo. “El caballo se asustó, saltó una cerca y cayó sobre mí, rompiéndome la espalda”, relató.

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Este incidente lo obligó a pasar dos meses en tracción en un hospital alemán. A pesar de esto, el joven actor se recuperó y continuó trabajando durante casi un año en el rodaje.

Un rodaje exigente y peligroso

El director Wolfgang Petersen, conocido por su enfoque meticuloso, demandó que los actores realizaran sus propios escenas de riesgo, lo que puso a Hathaway en situaciones peligrosas. “Hubo presión todos los días”, recordó. “Wolfgang era un maniaco. Hacíamos 30, 40 tomas, a veces de escenas como caídas de árboles. Seguían lastimándome.”

Uno de los momentos más peligrosos fue la batalla contra el Gmork, un animatrónico pesado. Hathaway explicó:

(Era) un animatrónico de un par de cientos de libras. Casi me mata. Me dejó inconsciente. Mi papá dijo que estuve roncando como cinco minutos.”

Además, el rodaje de las escenas en los “Pantanos de la Tristeza” también presentó riesgos significativos, aunque no se reportaron daños a los caballos utilizados.

El impacto en su salud y la película

Hathaway también sufrió problemas de salud relacionados con el frío extremo y la falta de oxígeno durante el rodaje de escenas complicadas.

“En el set, había hielo seco que hacía que el ambiente fuera irrespirable”, describió. “Pasé mal rato bajo el barro. Me desmayé y estaban sacando barro de mi boca.” A pesar de estos desafíos, Hathaway valoró el trabajo con el equipo de Jim Henson, que creó el dragón Falcor, con el que voló en escenas emocionantes, aunque también enfrentó dificultades técnicas.

¿Valió la pena?

A medida que la película celebra su 40º aniversario, Hathaway reflexiona sobre el impacto de “The NeverEnding Story” y los recuerdos del rodaje.

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Aunque no está seguro sobre la nueva adaptación cinematográfica anunciada, espera que sea exitosa. “Me sorprende y emociona ver cómo la película ha afectado a la gente”, dijo. “Las historias sobre cómo cambió la vida de las personas o cómo alguien se sintió mejor al recordar la película... ¿Cómo no puedes sentirte afectado por eso?”

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