Los detalles ocultos de la vida de Freddie Mercury

Un 5 de septiembre de 1946, la leyenda del rock, Farrokh Bulsara o mejor conocido como “Freddie Mercury” nacía en Zanzíbar para que 24 años después se uniera a Queen y entrará en la lista de las bandas más grandes de todos los tiempos.

La banda, en especial, Freddie, ha tenido un sinfin de productos que lo homenajean tras su muerte, contando detalles cercanos a el y su carrera pero hasta la fecha cientos de esos detalles siguen pasando desapercibidos.

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Extravagante solo en el escenario

Cuando Mercury pisaba un escenario se transformaba en la versión más extrovertida de si mismo, incluso llevándolo a un buen extremo siendo considerado de los mejores “showmans” en la historia del rock.

A pesar de mantener esta imagen con su público, con el circulo más cercano, Freddie sorprendía al ser una persona extremadamente tímida. Su compañero de banda, Roger Taylor, quien mencionó que Mercury era mucho más reservado y gentil en su vida personal.

Su relación con Mary Austin

Descrita como el amor de su vida, Mary Austin representó uno de los aspectos más conmovedores dentro de la vida del cantante. Aunque su relación romántica terminó cuando Mercury se declaró bisexual, siguieron siendo amigos íntimos hasta su muerte, y ella fue una de las pocas personas que permaneció a su lado en sus últimos días.

Freddie le dejaría una gran parte de su fortuna y sus bienes a la persona más importante de su vida.

Una estrecha amistad con Bowie

La colaboración entre Freddie Mercury y David Bowie en “Under Pressure” es uno de los momentos más memorables en la historia del rock, pero su conexión empezó muchos años antes.

En los años 60, cuando ambos eran desconocidos, Freddie trabajó como asistente de escenario para Bowie durante un concierto en Ealing College, donde estudiaba. En ese tiempo, Mercury quedó impresionado por la energía de Bowie. Años después, ya trabajando en un mercado en Kensington, Freddie tuvo otro encuentro con Bowie, a quien le vendió un par de botas mientras ambos seguían construyendo sus carreras musicales​.

Su amor por los gatos

Con todo y su gran pasión por el trabajo además de las giras, Mercury tenía un gran amor por sus mascotas, en este caso los gatos.

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Según Jim Hutton, su pareja hasta sus últimos días confirmó que Mercury era tan devoto de sus gatos que llamaba durante las giras para saber como estaban.

Un diagnóstico oculto

Cuando Mercury se enteró sobre su padecimiento de VIH/SIDA fue reservado y ni siquiera lo llegó a discutir con su familia, protegiendo a su madre, quien si sabía que estaba muriendo.

El cantante fue diagnosticado en 1987, pero no lo hizo público hasta un día antes de su muerte en 1991.