Así fue como hicieron la nieve en la película ‘El Mago de Oz’
La grabación de la película ‘El Mago de Oz’ estuvo llena de accidentes y riesgos para los actores.
La icónica película de 1939, El Mago de Oz, sigue siendo un clásico del cine que transporta a los espectadores a un mundo de fantasía y color. Sin embargo, detrás de la magia cinematográfica se ocultan detalles inquietantes sobre los peligros que enfrentaron sus actores, desde el uso de materiales tóxicos hasta accidentes graves en el set.
Una de las escenas más recordadas del filme es aquella en la que comienza a nevar sobre el mundo de Oz. Lo que muchos no saben es que esa “nieve” estaba hecha de amianto, un material cancerígeno que fue ampliamente utilizado en aquella época debido a sus propiedades que evita que se prenda en llamas. Esta sustancia, conocida como crisotilo, se esparció sobre los actores, exponiéndolos a riesgos de salud.
Otros incidentes dentro del set
Otro de los incidentes ocurrió cuando Buddy Ebsen, el actor originalmente elegido para interpretar al Hombre de Hojalata, tuvo que ser reemplazado tras sufrir una grave intoxicación por el polvo de aluminio utilizado en su maquillaje. Su hospitalización fue tan seria que abandonó el proyecto, siendo sustituido por Jack Haley.
Por su parte, Margaret Hamilton, quien interpretaba a la Bruja Mala del Oeste, también fue víctima de los peligros del set. Durante una escena rodeada de fuego, sufrió quemaduras graves debido al maquillaje a base de grasa que llevaba. Su doble tampoco escapó de los accidentes: durante una escena en la que volaba en su escoba, el mecanismo falló, provocándole serias lesiones.
El perro Toto, fiel compañero de Dorothy, tampoco se salvó. Durante el rodaje, el animal sufrió una fractura en una pata cuando fue accidentalmente pisado, lo que evidenció el ambiente accidentado y caótico en el que se filmó esta legendaria producción.
Los actores también enfrentaron condiciones extremas. Bert Lahr, quien interpretó al León Cobarde, tuvo que soportar un traje de 40 kilos hecho de piel real de león. Las altas temperaturas en el set, que llegaban a los 40 grados, junto con jornadas laborales de más de 12 horas, hicieron que el rodaje fuera una experiencia agotadora y, en ocasiones, peligrosa para todo el elenco.