Puccini: Un legado musical que inspira

HERMOSILLO, SONORA.- Este 2024 de cumple una centuria de la muerte del compositor italiano Giacomo Puccini.

A él le debe el mundo algunas de las más grandes óperas de la historia, así como el servir de inspiración para grandes voces, que encontraron en sus piezas el vehículo necesario para explotar su talento.

Ya lo ha dicho Arturo Chacón Cruz, uno de los tenores mexicanos más importantes de la actualidad: “Puccini me ha regalado el éxito. Yo creo que no hubiera decidido convertirme en cantante de ópera si no existiera la música de Puccini”.

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Aunque nació en una familia de músicos, y él mismo estudió canto y órgano, se dice que la “Aida” de Giuseppe Verdi fue el detonante que despertó en Puccini la vocación de dedicarse a la ópera.

Giacomo escribió doce óperas, todas de gran relevancia en su época y hasta nuestros días; sin embargo, y aunque algunas sean más conocidas por el público general, es su “Tríptico” -tres óperas de un solo acto: “Il tabarro”, “Suor Angelica” y “Gianni Schicchi”, que pretendían corresponderse con cada una de las tres partes de “La Divina Comedia”, de Dante Alighieri-, la que se considera su obra maestra.

EL MISTERIO DE “TURANDOT”

Sin duda una de las óperas más emblemáticas –y populares de Puccini es “Turandot”, la historia de una fría y cruel princesa china que pone a prueba a quienes se atreven a aspirar a su mano: Deben resolver tres acertijos o de lo contrario perderán la vida.

El maestro italiano no logró terminar esta pieza. Un cáncer de garganta le arrebató la vida y al mundo, el verdadero final de “Turandot”.

Puccini falleció el 29 de noviembre de 1924 y su última ópera fue estrenada en la Scala de Milán el 25 de abril de 1926.

En la mitad del tercer acto, la orquesta se detuvo y su director, Arturo Toscanini, se volvió para explicarle al público: “Aquí terminó el maestro”.

Las representaciones subsiguientes de la ópera incluyeron el final compuesto por Franco Alfano, discípulo de Puccini, basándose en sus manuscritos.

HOMENAJE

Esta noche, la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata (Ojuem) de la Universidad Nacional Autónoma de México y el tenor sonorense Arturo Chacón Cruz conmemorarán al compositor italiano a 100 años de su muerte con la gala de ópera “Puccini y su mundo”, en la Sala Nezahualcóyotl de la Ciudad de México, cuyos boletos ya se han agotado.

Además del repertorio de Puccini, se escucharán también piezas de otros compositores de la época como Pietro Mascagni, Giuseppe Verdi y Ruggero Leoncavallo, así como de Amilcare Ponchielli, con quien el homenajeado llegó a estudiar.

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El concierto cerrará con la pieza que se alza como una de las más conocidas del maestro italiano: “Nessun Dorma” (“Que nadie duerma”), de “Turandot”, y cuya interpretación en Francia en junio pasado por el propio Chacón Cruz se volvió viral.

La inspiración es un despertar, una aceleración de todas las facultades del hombre, y se manifiesta en todos los grandes logros artísticos”

—  Giacomo Puccini, Compositor italiano

OBRAS MAESTRAS

Puccini compuso en total doce óperas:

• Le villi
• Edgar
• Manon Lescaut La bohème
• Tosca Madama Butterfly La fanciulla del West La rondines
• Il tabarro
• Suor Angelica Gianni Schicchi Turandot

“Liú”: El tormento del compositor

Doria Manfredi, una empleada doméstica de la casa de Giacomo Puccini, se suicidó.

Elvira Bonturi, esposa del compositor, la había señalado poco antes como la amante de su marido, y hasta aseguró haberles encontrado en la cama.

Era 1909 y la joven, de apenas 23 años, no soportó la presión de aquella acusación: Bebió un corrosivo y agonizó por cinco días, antes de exhalar su último aliento en medio de terribles dolores.

La autopsia realizada reveló que la joven dejó este mundo siendo virgen.

Y aunque a Elvira se le acusó de incitar su suicidio, Giacomo utilizó sus influencias y pagó una gran suma de dinero a la familia de Doria a cambio de su silencio.

Según el director de orquesta Nicola Luisotti , aquel episodio torturó por años a Puccini quien, al escribir “Turandot”, decidió que el personaje de la esclava “Liú” se suicidara, sacrificándose por su amo.

La obra de Carlo Gozzi en la que está inspirado el libreto de la versión de Puccini no le da ese final a “Liú” y, para muchos, las palabras que “Calaf” y “Timur”, los amos de “Liú”, le dedican tras su sacrificio le sirvieron al compositor para expiar el remordimiento que sentía por el destino de aquella empleada que su esposa injurió fatalmente.

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