¿Quién es la madre de Margaret Qualley, actriz de ‘La Sustancia’?

Margaret Qualley, nacida el 23 de octubre de 1994 en Kalispell, Montana, ha construido una carrera sólida en el cine y la televisión. Aunque inicialmente se formó como bailarina, su inclinación por la actuación la llevó a debutar en 2013 con la película ‘Palo Alto’. Posteriormente, ganó notoriedad gracias a su papel en la serie ’The Leftovers’ y al protagonizar proyectos como ‘Novitiate’ y la serie ‘Las cosas por limpiar’ de Netflix en 2021 que la consolidó como una de las actrices jóvenes más prometedoras.

Uno de los momentos más importantes en su carrera fue su participación en la película ‘Había una vez en Hollywood’ en 2019, dirigida por Quentin Tarantino, donde compartió escenas con Brad Pitt. Desde entonces, su carrera ha seguido en ascenso, trabajando con directores de renombre como Yorgos Lanthimos en películas que han sido aclamadas por la crítica como ‘Poor Things’ y ‘Kinds of Kindness’.

Una de las cosas que más ha llamado la atención de Margaret es su línea familiar, ya que no hay que investigar mucho para descubrir que Margaret Qualley es hija de la reconocida actriz Andie MacDowell, quien alcanzó su popularidad en los años 80s y 90s protagonizando películas como ‘St. Elmo’s Fire’ en 1985, ‘Objeto de seducción’ en 1991’ y ‘Cuatro bodas y un funeral’ en 1994. Actualmente Andie sigue participando en películas además de su trabajo de modelaje, recientemente se le vio consolando a Belinda tras su caída en la pasarela del Paris Fashion Week.

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¿De qué trata la sustancia?

‘La Sustancia’ combina elementos de ciencia ficción y horror psicológico, presentando una trama inquietante que explora las consecuencias extremas de la búsqueda de la eterna juventud. Demi Moore interpreta a Elizabeth Sparkle, una exestrella de televisión desesperada por recuperar su fama. En su intento por rejuvenecer, recurre a una droga llamada “La Sustancia”, que le permite transformarse en una versión más joven de sí misma, encarnada por Qualley.

Sin embargo, esta transformación tiene un costo elevado: Elizabeth y su versión joven, Sue, deben intercambiar cuerpos cada siete días. La tensión entre ambas versiones desencadena una lucha tanto física como psicológica, mientras los efectos secundarios grotescos de la droga subrayan el horror detrás de la vanidad y el deseo de permanecer relevante en la industria del entretenimiento.