¿Por qué Netflix saca sus series en partes y luego las cancela?
La plataforma mide el rendimiento principalmente a través de métricas de audiencia, como cuántos usuarios ven la serie completa y en cuánto tiempo.
En sus inicios, la plataforma de streaming, Netflix, adoptaba un modelo que hacía que las temporadas completas de sus series el mismo día del lanzamiento, facilitando que el usuario se sentara por horas para “maratonear” el estreno.
Hoy la plataforma hace las cosas bastante diferentes, utilizando un modelo en el que las series son divididas en partes para supuestamente mantener el interés por un tiempo más prolongado.
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Ante esto, los usuarios de Netflix han notado un patrón cada vez más común: series lanzadas en partes, seguidas de cancelaciones inesperadas. Aunque estas decisiones pueden parecer arbitrarias desde la perspectiva del espectador, aunque para la empresa tiene una lógica clara y sus respectivos pasos a seguir.
El objetivo de lanzar en partes
Como ya se mencionó, el principal propósito de Netflix opta por lanzar sus series en partes es para maximizar el tiempo de retención de los suscriptores.
Al dividir una temporada, que tiene entre 8 y 10 episodios en promedio, en varias partes, permite que los fans y audiencia general de la serie mantengan el interés además de su tiempo dentro de la plataforma.
Al evitar que los espectadores consuman todo el contenido de una sola vez (como sucedía con el modelo tradicional de binge-watching), Netflix prolonga las conversaciones en redes sociales y genera expectación para la siguiente parte.
Aunque la práctica ha resultado efectiva para atraer la atención de los espectadores por un tiempo prolongado, Netflix también ha podido implementar nuevos criterios de cancelación en base al interés prolongado puede generar, algo que obviamente no es del gusto de los fanáticos.
Criterios de cancelación
Netflix se basa en varios aspectos para llevar acabo la cancelación de una serie, entre ellos la recepción del público, críticas y principalmente, la audiencia general.
La plataforma mide el rendimiento principalmente a través de métricas de audiencia, como cuántos usuarios ven la serie completa y en cuánto tiempo. Cuando una serie no logra atraer a suficientes espectadores o al menos cercanos a la meta que se haya propuesto, es aquí cuando la empresa no ve razones como para no cancelar la producción.
Incluso series con bases de fanáticos leales, como Inside Job y The Chair o recientemente That 90s Show han sido canceladas si no alcanzan los números esperados.
Costos bajos pero fanáticos frustrados
El papel crucial para Netflix es la conocida relación entre costos y el beneficio para la empresa es otro de los factores para cancelar un producto televisivo.
Cuando la serie avanza, lo más probable es que dos cosas aumenten: sus costos de producción y la lealtad de los fans. Los escenarios se vuelven más complejos, los salarios del cast aumentan mientras la historia avanza al mismo tiempo que las personas se van identificando cada vez con la serie.
Este modelo ha generado una gran frustración entre los fanáticos de muchas series canceladas. Para los espectadores, es común ver cómo sus programas favoritos, aunque populares dentro de un nicho, no logran obtener una renovación. Esto es particularmente cierto para producciones que, pese a una recepción positiva entre los críticos, no logran captar la audiencia suficiente para ser rentables a largo plazo.
A beneficio de Netflix, la estrategia de la empresa también ha probado ser funcional para mantener su liderazgo en el mercado del streaming. Series que han demostrado ser un éxito global, como Stranger Things o Wednesday, justifican su costo al atraer millones de espectadores y mantener a los usuarios suscritos. El criterio de éxito no solo se mide en términos de calidad, sino en cómo contribuye al crecimiento sostenido de la plataforma.
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