Luis Portales enfrenta con cine su propio duelo

HERMOSILLO, Sonora — Luis Fernando Portales reconoce que tiene lo que llama “una fijación por la oralidad”. Como cineasta, es natural su amor por la imagen, pero a este joven realizador hermosillense le fascinan aún más las palabras y, sobre todo, cómo se ven las personas hablando.

Ese cómo habla la gente, esos recursos que utiliza para comunicarse, las tesituras… cómo modifican la velocidad. Me parece como muy rico, y sobre todo en Sonora”, cuenta en entrevista.

Aunque lleva más de trece años fuera del Estado, a Portales aún le seducen las formas de comunicación que se estilan en su tierra, tanto, que se convirtieron en el punto de partida de su cortometraje “Correr el riesgo e la infancia”, que relata cómo es que un niño, “Luisito”, que vive en la frontera enfrenta el duelo tras morir su padre y cómo reacciona a la llegada de “Pocho”, un migrante, a su rancho familiar.

Fue esa fijación por la oralidad y esa anécdota que se cuenta una y otra vez en mi familia”, explica.

El padre de Luis Fernando murió cuando él era apenas un niño y no olvida esas charlas familiares con tintes esotéricos respecto a las manifestaciones de los difuntos o experiencias casi paranormales que muchas veces siguen a las pérdidas. Incluso, se atrevió a reproducir una de esas conversaciones familiares en una escena del cortometraje.

Trabajamos con la pista original para tratar de ser muy fieles a esa identidad norteña”, detalla.

Para Luis Fernando era muy importante marcar esa identidad, ya que la historia se desarrolla en el contexto de la frontera, que también funciona como un símbolo, por lo que estaba decidido a que las grabaciones se hicieran en Sonora.

Era como bien importante para mí estar en esos espacios en donde realmente sucedían las cosas, porque no sé… (…) hablaba de esta posibilidad de la ficción de reconfigurar la memoria. Creo que también era esta posibilidad mía de reconfigurarme con Sonora, con mi familia, en esta nueva versión de mí”, reconoce.

Y es que enfrentarse nuevamente con su propio duelo no fue sencillo, pero dirigir “Correr el riesgo de la infancia” le permitió encontrar nuevos aspectos de sí mismo.

Descubrí en mí un amor fraternal enorme en esa relación que había construido con Nicolás (Haros, protagonista del corto) y fue en silencio, como una ternura tremenda de quererle decir que la vida es difícil, pero que vale la pena vivirla”, comparte. “Que van a pasar cosas muy tremendas, pero que vale la pena estar aquí, perseguir tus sueños, y vale la pena hacer la versión de ti que sueñas. Decirle eso a Nicolás… al mismo tiempo me lo decía a mí. Era como hacerle una carta a ese niño que fui y que temió que la tristeza no llegara a pasar”.

“Correr el riesgo de la infancia” se encuentra actualmente en circuitos de festivales, mientras que Luis Fernando Portales cursa en Barcelona, España, la especialidad de Dirección de Cine en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC).

“La migración, las infancias, la relación con la madre son emociones muy humanas. El ser humano ha migrado y migrará por siempre, porque lo que está vivo está en movimiento. Me parece que es bien importante dialogar con ella, dejar los prejuicios y tener una actitud de empatía. Esos temas siempre van a estar”.

ALGUNOS FAVORITOS

Actores para trabajar: Penélope Cruz y Michael Fassbender.

Director que le inspira: Pedro Almodóvar.

Películas favoritas: “Todo sobre mi madre”, de Almodóvar; y “Naufragio”, de Jaime Humberto Hermosillo.

Libro que le gustaría llevar a la pantalla: “El primer hombre”, de Albert Camus.

Personaje de quien le gustaría hacer una biopic: El poeta sonorense Abigael Bohórquez.