¿Cómo Coca-Cola cambió la Navidad y a Santa Claus?
La compañía y su equipo de marketing desempeñó un papel crucial para llevar la imagen de San Nicólas a un nuevo nivel mediático.
Una de la marca más icónicas del mundo y sobre todo con mayor alcance, es Coca-Cola, la ya experta en marketing del mundo de los refrescos ha incursionado en el mundo de la inteligencia artificial sorprendiendo a todos en su clásico anuncio navideño.
La Navidad no sería lo mismo sin los icónicos anuncios de Coca-Cola que, año tras año, han reforzado su vínculo con esta celebración. La mayor marca de refrescos se ha mantenido como una de las marcas más fuertes cuando de Navidad se habla llegando al punto de haber alterado a su conveniencia una de las festividades más celebradas del mundo.
A lo largo de su historia, Coca-Cola se ha caracterizado por una participación sumamente inmersiva dentro de la temporada navideña, desde comerciales hasta dar prácticamente la imagen de la Navidad como se conoce.
¿Coca cambió a Santa Claus?
El diseño del Santa Claus moderno no sería representado de la forma en la que hace si no hubiera sido por la gigantesca marca que se encargó de popularizarlo, alterando basicamente la manera en la que se percibe en esta temporada.
Si bien Santa existió mucho antes de Coca-Cola, la compañía y su equipo de marketing desempeñó un papel crucial para llevar la imagen de San Nicólas a un nuevo nivel mediático. Fue en 1931, cuando encargaron al ilustrador, Haddon Sundblom, la creación de una campaña publicitaria para impulsar las ventas de invierno.
Lo primero que Sundblom pensó fue en representar a Santa Claus como una figura alegre, robusto, con mejillas rosadas, una barba blanca y un traje rojo con ribetes blancos, colores experimentando un poco con los colores de la marca, haciendo una sutil alusión a ella.
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La representación de Sundblom tuvo tal impacto que rápidamente se convirtió en la imagen estándar de Santa Claus a nivel global, desplazando versiones anteriores que lo retrataban como un hombre delgado o incluso como un elfo. Este Santa Claus transmitía calidez, generosidad y alegría, valores que Coca-Cola buscaba asociar con su marca.
Los osos polares: un nuevo ícono navideño
En 1993, Coca-Cola introdujo a los osos polares en su publicidad navideña. Los anuncios, que mostraban a estas criaturas disfrutando de una Coca-Cola en paisajes nevados, se convirtieron en un fenómeno cultural. Los osos polares terminaron por reforzar el mensaje de unión y magia que la marca buscaba transmitir durante la temporada navideña.
¿Cómo cambió Coca-Cola la Navidad?
Dentro de la Navidad, los colores que siempre se han mantenido como un símbolo de la festividad son el rojo y verde, con raíces en festividades paganas y cristianas. El verde, asociado con la vida eterna, y el rojo, con la sangre de Cristo, se usaban en decoraciones como el acebo y la hiedra.
Si bien Coca-Cola no creó la asociación de rojo y verde con la Navidad, sus campañas publicitarias lograron que estos colores se establecieran definitivamente como el estándar visual de las festividades. A través de los anuncios de Santa Claus, los camiones navideños iluminados y otras estrategias publicitarias, la compañía consolidó una estética que ya tenía raíces históricas.