La vez que Fito Páez fue señalado de matar a su propia familia

En 1986, el reconocido músico argentino Fito Páez enfrentó uno de los momentos más oscuros de su vida: el asesinato de su abuela, Belia Zulema Ramírez, y su tía abuela, Josefa Páez, quienes fueron brutalmente asesinadas en su hogar en Rosario, Argentina.

Este trágico episodio no solo marcó profundamente su vida personal, sino que también lo colocó en el ojo de una tormenta mediática en la que, aunque no había evidencia en su contra, fue señalado por algunos sectores como posible responsable.

El 7 de noviembre de 1986, el hogar familiar de Fito Páez fue escenario de un crimen atroz. Su abuela y su tía abuela, figuras clave en su crianza, fueron asesinadas durante un robo. La noticia causó un gran impacto en Rosario y en toda Argentina, especialmente porque Fito Páez ya era un músico en ascenso y su nombre resonaba en la escena cultural.

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Aunque nunca fue formalmente acusado ni investigado por las autoridades, surgieron rumores y especulaciones en los medios de comunicación y entre el público. Estos cuestionamientos, basados más en teorías infundadas que en hechos, lo señalaron como posible implicado en los crímenes, lo que aumentó su dolor durante el proceso de duelo.

¿Por qué lo señalaron?

Los rumores en torno a Fito Páez surgieron en parte debido al alto perfil mediático del caso y al vínculo indirecto con uno de los responsables.

Walter De Giusti, uno de los condenados por el asesinato, era hijo de una mujer que había trabajado como empleada doméstica para la familia de Fito Páez. Este detalle avivó las especulaciones y teorías sin fundamento sobre el posible conocimiento o relación del músico con los hechos, a pesar de que nunca hubo pruebas en su contra.

Las investigaciones policiales eventualmente resolvieron el caso, y Walter De Giusti y su cómplice, Carlos Godoy, fueron condenados por el doble asesinato. Sin embargo, el daño de las especulaciones públicas y mediáticas ya estaba hecho, dejando a Fito Páez bajo una sombra de desconfianza para algunos sectores de la sociedad en ese momento.

Un cierre amargo, pero esclarecedor

Con el tiempo, los responsables fueron identificados, y quedó claro que Fito Páez no tenía ningún vínculo con el crimen. Sin embargo, los rumores y las especulaciones de ese entonces dejaron una cicatriz emocional tanto en su vida personal como en su relación con los medios y el público.

Hoy, esta trágica historia forma parte del pasado del artista, quien ha logrado convertir el dolor en un legado musical cargado de emociones.