Érika Zaba se defiende de críticas que ponen en duda calidad de ropa que vende

Ciudad de México.- Érika Zaba sigue levantando la voz y defendiendo su trabajo ante las críticas que ha recibido sobre la calidad de la ropa que venden en su marca Hi Darling, tras rumores que aseguran que la artista recicla las prendas de una marca de bajo costo y las adapta para elevar su precio.

Hablaba yo con Ari [Borovoy] la otra vez y le decía: ‘Es que no sé si contestar o no contestar ante las declaraciones de estas personas’, de esta, no estas, de esta persona que hizo, que ni siquiera sé quién es. Que hizo una declaración que si yo revendía ropa y todo esto de que ni siquiera era de México... entonces yo decía: ‘¿cómo hago para no contestar?, o sea yo necesito salir a defenderme’, para decirle: ‘¿estás loco, o loca, o loque?’, o no sé ¿qué sea?, o lo que quiere que see, no, ahorita ya me da risa, pero de verdad yo estaba muy encorajuda, muy enojada, porque no se vale, todo el trabajo que uno hace por ser impecable y por ser cada vez mejor”

Dijo la integrante de OV7 a Ventaneando.

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Momentos de pánico

Por otra parte, la famosa contó que, durante su visita a Guadalajara, vivió momentos de pánico por una desagradable experiencia que se suscitó en el hotel donde se hospedó.

“Nueve de la noche estábamos metidos en la cama y de repente... ‘Por favor, por favor, todos los que se encuentran en el edificio, desalojen, no ocupen los elevadores, desalojen el inmueble, desalojen’. Una grabación, abro la ventana para ver ¿qué estaba pasando?, dije: ‘¿un incendio?, ¿qué está pasando?’”, inició su relato.

“Lo único que vi es acordarme que estábamos en el último piso de la torre, estábamos en el piso 20, entonces yo en pijama de tirantito, shortsitito, y me iba a bajar descalza porque no traía ni tenis. Salimos 20 pisos para abajo con la incertidumbre de ¿qué está pasando?”, agregó.

Afortunadamente, el incidente no pasó a mayores, pero Zaba no olvida los instantes de angustia que padeció. “Llegamos a planta baja, y toda la gente estaba en el lobby, y gente del hotel diciendo: ‘tranquilícense, tranquilícense, falsa alarma’. En ese momento uno siente un alivio importante, pero, por otro lado ¿y a quién le reclamo?”.

Finalmente, Erika aclaró lo que realmente sucedió en el lugar donde se alojó. “Y resulta que se activó esa grabación en todo el hotel por accidente o botó el sistema o ve tú a saber ¿qué pasó?, y no lo frenaron, esa cosa siguió sonando”, remató.