Él es el doctor con el que Selena Quintanilla habría sido infiel a Chris Pérez

Han pasado casi tres décadas desde la trágica muerte de Selena Quintanilla, la reina del Tex-Mex, pero su legado sigue tan vigente como las controversias que rodean su vida personal. Uno de los rumores más persistentes y debatidos es el de su supuesta infidelidad a Chris Pérez, su esposo desde 1992, con el cirujano plástico mexicano Ricardo Martínez.

A continuación, desentrañamos los detalles de esta historia que mezcla declaraciones explosivas, desmentidos familiares y una ausencia de pruebas concluyentes.

Origen del rumor: Yolanda Saldívar

El nombre de Ricardo Martínez saltó a la palestra principalmente por las afirmaciones de Yolanda Saldívar, la exmánager de las boutiques de Selena y su asesina confesa.

Espectáculos | Noticias de México | EL IMPARCIAL

Esta es la última foto de Selena Quintanilla: fue tomada un día antes de su asesinato

En el documental Selena & Yolanda: The Secrets Between Them (Oxygen, 2024), Saldívar aseguró que Selena mantenía un “amor prohibido” con Martínez, un médico de Monterrey. Según su relato, la cantante temía que ella revelara este secreto tras ser despedida por Abraham Quintanilla, padre de Selena, por irregularidades financieras.

Saldívar afirmó que, el 31 de marzo de 1995, día del asesinato, Selena le habría suplicado: "Te conozco, vas a salir y le vas a contar a todos lo que estaba pasando con el doctor“, sugiriendo que este conflicto fue un detonante del fatal desenlace.

Saldívar, quien cumple cadena perpetua en Texas y podría optar a libertad condicional en 2025, ha usado estas declaraciones para intentar justificar sus acciones. Sin embargo, su credibilidad es cuestionada tanto por la familia Quintanilla como por fans y analistas, quienes ven en sus palabras un intento de manipulación o búsqueda de atención.

Ricardo Martínez

El cirujano plástico Ricardo Martínez entró en escena como un supuesto inversionista en los proyectos de Selena. Inicialmente, negó cualquier relación amorosa, asegurando que sus encuentros con la cantante eran profesionales, ligados a su línea de ropa y posibles negocios de perfumes en Brasil.

Sin embargo, en 2012, durante una entrevista con Primer Impacto, Martínez dio un giro inesperado al admitir una “relación fugaz” con Selena. Aunque no ofreció detalles específicos, afirmó que nunca planeó fugarse con ella ni hacer público el supuesto romance, contradiciendo las versiones más sensacionalistas de Saldívar. También desmintió rumores adicionales, como un embarazo de Selena, que han circulado sin sustento.

La Familia Quintanilla y Chris Pérez

Abraham Quintanilla, patriarca de la familia, ha sido tajante: los viajes de Selena a Monterrey eran por trabajo con maquiladoras para su marca de ropa, y Martínez era solo uno de varios socios comerciales.

"Todo eso es mentira“, ha reiterado en múltiples ocasiones. Por su parte, Chris Pérez, viudo de Selena, ha evadido alimentar la polémica. En su libro To Selena, With Love (2012) y en declaraciones posteriores, Pérez retrata una relación sólida y amorosa con Selena, sin dar espacio a especulaciones sobre infidelidades.

¿Realidad o Ficción?

A pesar de las afirmaciones de Saldívar y Martínez, no existe evidencia documental —como cartas, fotos o testimonios independientes— que corrobore la infidelidad de Selena. Periodistas como María Celeste Arrarás, quien entrevistó a Saldívar tras el crimen, han sugerido que estas historias podrían ser fabricaciones o exageraciones para desviar la atención del acto cometido por Yolanda. La narrativa oficial, respaldada por la familia y el legado de Selena, destaca su compromiso con su carrera y su matrimonio, dejando los rumores en el terreno de la especulación.

A 30 años de su asesinato, la figura de Selena Quintanilla sigue inspirando a millones, pero también alimentando debates sobre su vida privada. ¿Fue víctima de rumores infundados o hubo secretos que se llevó a la tumba? Mientras Yolanda Saldívar busca su libertad y Ricardo Martínez reaparece esporádicamente en los medios, la verdad permanece esquiva.