Linda Evangelista: la modelo que acabó en terapia tras un procedimiento estético que le cambió la vida

Linda Evangelista, una de las modelos más icónicas de los años 90, reveló que su vida cambió drásticamente tras someterse a un procedimiento estético no invasivo que, en lugar de mejorar su imagen, terminó dejándola con secuelas permanentes.

La modelo se sometió a CoolSculpting, un tratamiento aprobado por la FDA que promete eliminar grasa localizada mediante frío. Sin embargo, en su caso, el resultado fue devastador. Evangelista desarrolló una condición poco común llamada hiperplasia adiposa paradójica (PAH), que provoca que la grasa tratada aumente de tamaño y se endurezca, en lugar de desaparecer.

“Tengo que ir a terapia para aprender a aceptar lo que veo en el espejo… y aún así, evito mirarme”, declaró en entrevista con Harper’s Bazaar.

Demandó por 50 millones de dólares

En 2021, Evangelista decidió hacer pública su experiencia después de años de mantenerse alejada del ojo público. En ese mismo año presentó una demanda por 50 millones de dólares contra Zeltiq Aesthetics Inc., la empresa detrás del procedimiento CoolSculpting. Según sus declaraciones, la intervención le impidió seguir trabajando como modelo desde que se la realizó entre 2015 y 2016.

Durante ese periodo se sometió a siete sesiones, y con el tiempo notó que algunas zonas como el abdomen, los muslos y la parte baja de los brazos comenzaban a deformarse.

Aunque el riesgo de PAH es extremadamente bajo (menos del 1% de los casos), Evangelista afirma que nunca fue informada adecuadamente de las posibles consecuencias.

“Si hubiera sabido entonces lo que sé ahora, no me habría hecho ese tratamiento”, escribió en una publicación de Instagram donde compartió por primera vez su historia.

Desde entonces, ha centrado sus esfuerzos en recuperar su salud mental y física. Asegura que la terapia le ha ayudado a encontrar aceptación, incluso en medio del dolor emocional que le causó sentirse “brutalmente desfigurada”.

“Ya no me importa cómo envejezco. Solo quiero envejecer. No tiene que ser con gracia, solo quiero vivir”, confesó.

Evangelista se suma así a la lista de figuras públicas que han hablado abiertamente sobre los peligros físicos y emocionales de los procedimientos estéticos, y cómo muchas veces los estándares de belleza pueden tener consecuencias profundas y silenciosas.