Jenni Rivera: El difícil camino de una “Gran Señora”
No todo fue sencillo; fueron varias las tragedias, conflictos y escándalos que debió enfrentar la “Diva de la Banda”, quien celebraría 51 años de vida este 2 de julio.
TIJUANA, BC.- La Diva de la Banda, Jenni Rivera, estaba en la cúspide de su carrera; con 43 años de edad vendió más de 20 millones de discos, y preparaba un nuevo programa que se transmitiría en una cadena de televisión de Estados Unidos.
Además, había cumplido una meta que anhelaba desde tiempo atrás: llenar el escenario de la Arena Monterrey, donde ofreció un concierto que reunió a más de 15 mil personas, e iba por más.
Sin embargo en un momento todo se detuvo.
Abusos y violencia
Jenny Dolores Rivera Saavedra, el nombre real de la Diva de la Banda, no tuvo una vida fácil a pesar su éxito profesional y por supuesto económico.
Nació el 2 de julio de 1969 en Long Beach, California, una de las comunidades con mayor población mexicana en Estados Unidos.
Sus padres pertenecían a una comunidad de migrantes que a finales de la década de los años 50 se asentaron en ese sitio, que forma parte de la zona conurbada de Los Angeles.
Cuando aún estudiaba bachillerato, a los 16 años de edad, nació el primero de sus cinco hijos, Janney (“Chiquis”), situación que la obligó a vender discos y cassettes en mercados callejeros para sostenerse.
La situación fue fruto de su relación con José Trinidad Marín, el padre de otros dos de sus hijos (Jacqueline y Trinidad) y el mismo hombre que fue acusado de abusar sexualmente de "Chiquis" y de Rosie Rivera, la hermana de Jenni.
En 1992 se separó de Marín y como madre soltera se dedicó a sacar adelante a sus hijos. Pudo comprar una casa gracias a su trabajo en bienes raíces, pero la música siempre fue una inquietud para Jenni, quien formó una banda junto a sus hermanos Pedro, Juan y Gustavo.
Mientras continuaba con su carrera como cantante, Jenni conoció a Juan López. El romance parecía marchar bien pero él fue acusado de cruzar inmigrantes de México a Estados Unidos de manera ilegal y pasó seis meses en prisión.
Una vez fuera, Jenni siguió su relación con él y fruto de su romance, en 1997 nació su hija Jenicka. Las cosas sin embargo se complicaron pues en el verano del mismo año, su hermana Rosie le confesó que Juan frecuentemente abusaba de ella.
Tal como narró años después, fue en ese mismo año cuando la cantante fue violada al salir de un club. Tres hombres la siguieron, la cercaron y la hicieron bajar de su auto para ser abusada en el puesto trasero del vehículo de los atacantes.
"Esto fue por mandarme al infierno", recuerdó que le dijeron tras consumar su crimen.
Varias de las canciones que compuso tenían un rasgo autobiográfico, e incluso con frecuencia lloraba en el escenario al interpretar algunas composiciones.
En 2010 la Coalición Nacional contra la Violencia Doméstica de Estados Unidos la nombró portavoz oficial en su campaña contra la violencia intrafamiliar y el abuso sexual.
Fue en ese país donde se concentró el éxito de la Diva de la Banda. La cadena hispana de televisión Telemundo transmitió una serie de telerrealidad sobre su familia, que le permitió producir algunos programas similares.
Escándalos
La cantante conoció al ex beisbolista Estaban Loaiza en 2008, con quien pronto inició un romance que terminó en boda en septiembre de 2010.
Pero una vez más las tragedias golpearon a la "Diva". El mismo año de su boda con Loaiza su hijo Michael fue detenido por cargos de estupro.
El romance con Loaiza terminó en 2012. En un comunicado, Jenni expresó que la separación se dio "por situaciones irreconciliables entre ambas partes derivado de circunstancias que sucedieron a lo largo de los dos años que duró el matrimonio entre ellos, y que son situaciones privadas para ambos que no se harán del conocimiento público".
Después circuló una versión según la cual el ex beisbolista habría tenido algo que ver con la hija mayor de Jenni.
Su última entrevista
Después de su última actuación, Rivera habló con un grupo de periodistas, algo que había evitado hacer en los últimos meses.
Fue un encuentro inusualmente franco pues la cantante habló de su vida personal: de la reciente separación de su esposo, el beisbolista Esteban Loaiza, de la reconciliación con su hermano, el también cantante Lupillo Rivera, de quien se había distanciado, y de la emoción que sentía cada vez que se encontraba con el público.
"En el escenario sigo siendo mujer", dijo a los periodistas. "En el escenario se trae a la madre y sus sentimientos. Hay ciertas canciones que me llegan, qué bueno que ellos me comprenden".
El último mensaje que envió Jenni fue a José Manuel Figueroa a quién le prometió llamar en cuanto aterrizara en el aeropuerto de Toluca. El resto es historia.
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