María Félix y el amor prohibido que siempre le tuvo a su hermano mayor

HERMOSILLO, Sonora.- María Félix fue y será siempre recordada por su gran talento, su belleza y claro, su fuerte carácter. Un perfil que se dice adquirió debido al fuerte dolor que sintió tras la muerte de su hermano mayor.

Fue ella misma quien en su momento señaló que su escencia se creó como un acto de rebeldía contra el sistema que le arrebató a su "primer amor", cuando era muy joven: su hermano José Pablo Félix Güereña.

La actriz describió su amor por el de muchas maneras, llegó a afirmar que incluso quería a alguien como él de pareja.

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“Al verlo con su uniforme militar yo pensé en buscarme un muchacho como él, que tuviera su piel y sus ojos, pero que no fuera mi hermano. Era una tontería, porque el perfume del incesto no lo tiene otro amor”, aseguró la actriz al escritor Enrique Krauze quien editó sus memorias en el libro 'Todas mis guerras' en 1994.

"Un dios de guapo: moreno, con el pelo rubio veteado por el sol y un lunar junto a la boca idéntico al mío. Le decíamos 'El Gato' porque tenía los ojos muy claros, casi amarillos. Cantaba y tocaba la guitarra como los mismísimos ángeles", así describía la famosa a su hermano.

Cabe señalar que en varias biografías publicadas acerca de ‘La Doña’, la muerte de su hermano se había atribuido a un suicidio, sin embargo, según información de El País, la biógrafa e investigadora Marta Zamora, encontró que Pablo Félix pudo haber sido asesinado.
Zamora contó que el informe forense que localizó arrojaba mucha más información que el acta de defunción del muchacho, fechada el 26 de diciembre de 1937. El médico legista lo describió como un "homicidio", algo que omitieron poner en el acta de defunción. El documento, señala Zamora, dice además que José Pablo tenía un golpe en un ojo y un disparo en el pecho a corta distancia.

José Pablo Félix Güereña fue sepultado en una fosa propiedad del colegio militar, y su tumba solo está separada por una barda, del lote familiar en el panteón francés de la Ciudad de México, que la actriz mandó comprar para que fuera el mausoleo para su hijo Enrique, sus padres y ella misma. Según Zamora, no hay testimonios de que alguna vez haya visitado la tumba del hermano de quien se dice, estaba enamorada.