La historia de odio, amor y amistad entre Ryan Gosling y Rachel McAdams

ESTADOS UNIDOS.- En noviembre de 2002, el director Nick Cassavetes se enfrentaba a uno de sus mayores retos. contaba con un presupuesto de 30 millones de dólares para su película, encontró las locaciones de en sueño en Carolina y Virginia, el guión que debía filmar no podía ser mejor.

La película se basada en el Best Seller The Notebook, la novela del escritor Nicholas Sparks y al director se le había dado la consigna de contar la historia de amor y para ello tenía a dos actores tan bellos como talentosos: Ryan Gosling y Rachel McAdams, el único detalle: Sus protagonistas se odiaban.

Diario de una pasión era la típica película romántica con una historia ya muy vista: una chica rica que se enamoraba durante sus vacaciones de verano del un joven trabajador pero pobre. Los padres de ella al saber esto, haría todo lo posible para separarlos.

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Para que esta historia supurara miel sobre hojuelas, los protagonistas se debían amar, desear y obviamente besar debajo de la lluvia, porque como en todas las películas románticas: Los protagonistas se deben besar bajo la lluvia.

Imaginen la desesperación del director, al esperar que sus protagonistas se amaran, en cambio ellos no se soportaban. Y esto fue porque los polos iguales se repelen, ambos actores eran canadienses y venían de la misma ciudad; London, en Ontario y nacieron en el mismo hospital.

Pero además tenían vidas parecidas. Gosling desde los 11 años ganaba sus primeros billetes bailando y cantando en bodas como un verdadero profesional. Tocaba el piano, el bajo y la guitarra. Como si fuera poco podía hacer magia con sus manos. Arreglaba, desarmaba y volvía a montar el motor de un auto sin que le sobraran ni le faltaran piezas. Habilidoso sin esfuerzo, en los tiempos muertos de filmación se puso a aprender carpintería. Fabricó una mesa de cocina tan linda que los de utilería decidieron usarla en la película. Es la que aparece cuando tienen sexo con Rachel.

Mc Adams tenía varios puntos en común con su coprotagonista. También había empezado a actuar a los 12 años y además era una experta patinadora sobre hielo. Porque al parecer así como no hay argentino sin mate, tampoco canadiense sin patines. A Rachel temas de conversación no le faltaban. El año anterior había conseguido un título universitario en Bellas Artes.

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Pero la mala relación en el set entre los actores no era un secreto para nadie. Gosling que era amable y simpático con todos, con Rachel era furibundo y poco paciente. Constantemente se lanzaban indirectas verbales, bufidos y las caras de "no te soporto ni quiero disimular".

La mala relación había llegado a un punto de no retorno. Perdido por perdido, el director propuso una jugada que o le salía de maravillas o terminaba con los protagonistas presos. Se encerró con ellos y un productor en una habitación y les dijo: “Rachel, Ryan, por favor, hablen”.

Después de mucho tiempo de hablar, decir reclamos y dejar en claro que es lo que no les gustaba al uno del otro, por fin McAdams dejo sin palabras a Gosling, por lo que ambos salieron del cuarto con una sensación de alivio y cambiados.

La filmación se retomó. Las rispideces se esfumaron. Los actores no eran los mejores amigos, pero al menos dejaron de ser los peores enemigos.

Dos años después del estreno de la película, pasaron los aplausos. Gosling y McAdams se encontraron en Nueva York. Lejos del set y sus presiones, los actores se preguntaron si no estaban equivocados de lo que pensaban el uno del otro. Después de esta charla, se pudo apreciar a los actores felices, radiantes y tranquilos. Para algunos actores hay más posibilidades de actuar una historia de amor, que de vivirla. Esta pareja de actores vivieron ambas.

Gosling y McAdams estuvieron juntos desde el 2005 al 2007. Cuando parecía que se venía la súper boda, los hijos y el fueron felices y comieron perdices, el romance terminó.

“El negocio es el villano. Cuando las dos personas están en el negocio, es mucho negocio de entretenimiento. Se lleva toda la luz de manera que nada pueda crecer”, dio pistas el actor. En el 2008 retomaron el noviazgo pero solo estuvieron juntos cuatro meses.

“La gente nos hace un mal servicio a Rachel y a mi asumiendo que fuimos como los protagonistas de la película. Mi historia de amor con ella fue mucho más romántica que eso”, declaro Gosling y además aseguró que la actriz fue uno de los grandes amores de su vida.

Después de romper, Gosling tuvo pequeños romances con Blake Lively y Olivia Wilde. Hoy está casado con la bellísima Eva Mendes y es papá de dos nenas. Por su parte, la actriz siempre mantuvo un perfil bajo sobre sus relaciones. Solo se supo que tuvo un romance con el británico Michael Sheen. En 2016 comenzó a salir con el guionista Jamie Linden. Fiel a su perfil bajo jamás caminaron por una alfombra roja juntos.

A los 40 años fue mamá por primera vez. “La gente me dice que con la llegada de un hijo mi vida ya no te pertenece. Pero yo estuve 39 años conmigo misma, estaba harta de mí, así que ahora estoy contenta de ocuparme de otra persona”, confesó feliz. Nunca reveló el nombre de su hijo “porque mi vida es pública, pero no la de él”. Este año trascendió que está nuevamente embarazada. La información no partió de ella sino de unas fotos que le tomaron.

En 2004, quince años después de su famoso beso de película, los actores lo recrearon para los premios MTV. Lo hicieron -literal- a pedido del público ya que habían ganado la votación de “mejor beso”. No sabemos si actuaron, lo recrearon o simplemente lo disfrutaron. Pero viendo estas imágenes no hay manera de no desear aunque sea que una vez en la vida te besen como se besan ellos. Y si alguna vez besamos y nos besaron así, como también dicen en otra película “la pucha que vale la pena estar vivo”.