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A las hadas y duendes les gusta raptar a mujeres embarazadas

En México existen muchas leyendas sobre estos seres que habitarían en zonas arqueológicas, como guardianes protectores, y también en minas, cuevas o cenotes.

CIUDAD DE MÉXICO.- A finales del siglo XVII, en Aberfoyle, Escocia, vivía el reverendo Robert Kirk, cuyo nombre quedó grabado con letras de oro en la historia de los misterios y enigmas, por ser uno de los primeros investigadores del mundo feérico, es decir, todo lo relacionado con hadas, gnomos y duendes.


En 1692 ve la luz su obra "La comunidad secreta", en la que muestra la investigación que llevó a cabo sobre la existencia de estas entidades en Escocia, donde residía, reflejando las creencias e historias que recogió en sus entrevistas con los vecinos de Aberfoyle y poblaciones aledañas. Folcloristas consideran la obra de Kirk como el ensayo más documentado de su época.


En México existen muchas leyendas sobre estos seres que habitarían en zonas arqueológicas, como guardianes protectores, y también en minas, cuevas o cenotes, en espacios subterráneos asociados al inframundo, como los aluxes, en Yucatán.


Los que tienen el don. Según el reverendo, no todas las personas son capaces de ver a estos seres que vivirían en nuestro mismo espacio, pero en un plano distinto de la realidad. Aquellos que pueden interactuar con el mundo feérico son los que tienen la capacidad de la "segunda vista".


Sería los séptimos hijos de un matrimonio, los que han sido capaces de desarrollar el don o los que tienen esta facultad de manera hereditaria. Los que tienen la "segunda vista" pueden ver la luz o el aura que desprenden estos seres y la visión, según la obra, es efímera, dura apenas un parpadeo.


Kirk explica que hay épocas del año en las que es más probable poder toparse con estos seres: a comienzos de cada trimestre. Según él, hadas, gnomos y duendes no viven siempre en el mismo lugar, se cambian cada tres meses. Y por temor a encontrarse con ellos en mitad de estos traslados, ya que pueden ser seres de naturaleza malévola o benévola, los escoceses evitaban viajar en estas épocas del año. Llaman a estos habitantes del mundo feérico "la buena gente", precisamente por la costumbre de bendecir aquellas cosas a las que temen.


Este temor surge, en la maravillosa obra de Robert, derivado de los muchos testimonios que recogió en los que había personas que manifestaban que a estas entidades les gusta raptar a humanos, especialmente a mujeres a punto de dar a luz.


Raptan a embarazadas. Lo hacen para que puedan amamantar a sus criaturas en el mundo de las hadas, y luego las matan o las dejan volver a nuestra realidad. Para que nadie note la ausencia, dejan a un doble de la persona raptada. Uno de los remedios que los escoceses usan contra los raptos de hadas, es el hierro. Al parecer, temen mucho a este metal, por eso lo colocan en las camas de las mujeres embarazadas.


Quizá Robert Kirk está todavía hoy, preso en el mundo de las hadas. La noche del 14 de mayo de 1692 salió a pasear por un monte donde la tradición asegura que al interior viven estos seres, y sufrió un ataque y murió. Sin embargo, lo que enterraron fue un doble del reverendo y estaría preso en el mundo de las hadas.

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