La fuerza me la dan ellas, salieron a gritar el mundo: Itzel Schanaas
La bailarina Itzel Schanaas, quien denunció a Andrés Roemer por agresión sexual, explicó que desde niña creció con acoso sexual por parte de sus coreógrafos; afirma que se siente fortalecida por el apoyo de las mujeres
La bailarina Itzel Schanaas reapareció en un espacio público tras denunciar, el pasado 15 de febrero, que sufrió agresión sexual de parte del comunicador Andrés Roemer. Aseguró que hoy se vive un momento en el que la denuncia es más posible que antes y que muchas mujeres le han dado una gran fuerza.
"El video es muy fuerte y en esa fuerza no me reconozco. Son más afines a mí el miedo, la vergüenza y la imposibilidad de decirle a quien amo, a quien verdaderamente quise amar, que no supe cómo hacerlo", dijo la bailarina en la conversación "Reflexiones sobre las violencias normalizadas hacia las mujeres en las artes del cuerpo", que se llevó a cabo el pasado 8 de marzo, organizado por las catedráticas de la UNAM Gloria Contreras, de Danza, y Rosario Castellanos, de Arte y Género, en la que estuvo acompañada por sus coordinadoras, Raissa Pomposo y Julia Antivilo.
Schnaas denunció, a través de un video que publicó en su canal de YouTube, que el escritor y exembajador de la Buena Voluntad para el Libre Flujo del Conocimiento de la UNESCO, Andrés Roemer, abusó sexualmente de ella. Desde entonces, según Periodistas Unidas Mexicanas, ha habido 61 denuncias más.
La denuncia pública hacia Andrés Roemer hecha por la bailarina y directora de Fábrica Escena ha resultado ser una punta de lanza para dar fortaleza a muchas mujeres más y así levantar voces reclamando justicia efectiva.
Las frases "me gustan las piernas de las bailarinas" o "a nuestra próxima reunión llegas con una falda que yo te haya comprado", según las coordinadoras de las catedráticas, hacen notar la urgencia de una reflexión sobre las violencias normalizadas hacia las mujeres de la danza y las artes escénicas.
En este sentido, la bailarina contó: "Yo fui esa niña que entró a la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea a los 10 u 11 años, a la que de pronto le decían: ‘vas a trabajar con tal coreógrafo’, y ese coreógrafo, que por un círculo de poder y de prestigio lo legitimaba y, por lo tanto, le daba derecho a violentar, vino a decidir, seleccionando con dedazo -lo que es terrible-: ‘quiero que estas tres, cinco, ocho criaturas que me gustan, traigan calzoncito color carne. Encuérense y desde ahí les voy a enseñar lo que la danza es'. Es fuertísimo. Yo sí soy el resultado de una niña que creció en esta escuela disciplinar y que, pedagógicamente, habría que reestructurar. Uno narra la violencia desde entonces'".
Schanaas indicó que cuando Roemer le dijo que si hubiera podido elegir con quién casarse, habría elegido una bailarina, la imagen que tenía de él se desmoronó: "Me lo dijo muy al principio del encuentro. Con esa frase pensé que había aparecido una imagen al servicio del patriarcado, la de la bailarina que cumple fantasías sexuales", dijo.
"No ha sido fácil ser el cliché del deseo sexual de todos aquellos que sueñan con una bailarina", declaró.
Asimismo, la artista explicó que se ha sentido muy fortalecida gracias a las denuncias de muchas otras mujeres, porque gracias a ellas ha podido corroborar su historia. También lamentó que haya tantas mujeres violentas por Roemer. "La fuerza me la han dado ellas, salieron a gritar el mundo", dijo.
Entre las consecuencias por este caso, está la renuncia de miembros del Consejo de Asesores de la Ciudad de las Ideas, proyecto encabezado por Andrés Roemer.
La Unesco dio a conocer que Roemer se retiró de todas sus actividades como embajador de buena voluntad de la Unesco, así como en Israel se pide cambiar el nombre de una calle bautizada en su honor. Además, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) inició una carpeta de investigación.
El pasado 8 de marzo, en el marco de la marcha feminista por el Día Internacional de la Mujer, Roemer amuralló su casa en la colonia Roma, lo que provocó que manifestantes intervinieran los muros de madera y la fachada del inmueble con consignas feministas.