Javier Camarena pone un broche lírico a Peralada 2021
Javier Camarena ya había pisado este mismo escenario en 2018 y, ahora, lo ha vuelto a hacer con un concierto lírico acompañado por las bases estables del Gran Teatro del Liceo bajo la batuta de Riccardo Frizza, que ha sustituido en el último momento a Guillermo García Calvo
Peralada, España.- El tenor mexicano Javier Camarena le ha puesto un broche lírico a la edición de 2021 del festival de Peralada (norte), una cita que ha dado un paso en favor de la cultura al sacar adelante una edición complicada por las restricciones motivadas por la pandemia.
Los responsables de la programación se han resistido a una nueva versión fundamentalmente telemática como la de 2020 y, con los protocolos sanitarios obligados, han llenado el auditorio en cada audición para reivindicar la ópera, la danza y la música contemporánea como disciplinas capaces de ayudar a superar el desgaste emocional derivado del coronavirus.
Y también como generadoras de trabajo, porque no son pocos quienes viven del sector cultural y precisan de alguien dispuesto a programar incluso cuando las circunstancias son adversas.
Invitado para cerrar el festival
Javier Camarena ha sido el invitado a cerrar esta particular edición concentrada en poco más de dos semanas y lo ha hecho con su habitual entrega sobre el escenario.
Camarena ya había pisado este mismo escenario en 2018 y, ahora, lo ha vuelto a hacer con un concierto lírico acompañado por las bases estables del Gran Teatro del Liceo bajo la batuta de Riccardo Frizza, que ha sustituido en el último momento a Guillermo García Calvo.
El programa escogido por el mexicano ha comenzado con "Lakmé", la ópera de Léo Delibes y, después de repasar la obra del autor parisino, ha dado el salto a Bizet.
Donizetty y Mozart
Tras ese bloque francés, turno para Donizetti y su "Don Pasquale" antes de dar el relevo con todo un clásico como Mozart.
De ahí, tiempo para óperas en la memoria de todo el mundo como Madame Butterfly o el aria "Che gelida manina" de La Bohème, ambas piezas creadas por Puccini.
Con Donizetti, Javier Camarena ha puesto el punto y final al programa, tras lo que ha llegado un añadido en el que ha destacado "La donna è mobile" de Verdi y también una dedicatoria a su familia, presente en el auditorio, y a la que ha dedicado un bolero.
Ovación del público
Al término del recital, Camarena se ha ganado una ovación del público agradecido con su esfuerzo, pero también con un festival que ha mantenido izada la bandera de la cultura con el viento soplando en contra.
El nombrado mejor cantante de este año en los Premios Internacionales de Ópera ha puesto por lo tanto el broche a una edición valorada positivamente por sus responsables en unas circunstancias como las actuales.
El mexicano cierra así un festival que ha llegado a su 35 aniversario y que arrancaba el pasado 16 de julio de la mano del ballet Béjart de Lausanne.
“Ballet por la vida”
Aquel inicio fue una declaración de intenciones, ya que el montaje escogido fue el "Ballet por la vida", una creación con música de Queen concebida como canto a seguir adelante pese al daño causado en su momento por otro virus, aquella vez el del sida.
Peralada lanzaba así un grito de oposición a la covid en forma de ejemplo y llamamiento a plantarle cara a la pandemia sin dejar por ello de atender a todos los protocolos y medidas sanitarias necesarias.
Después llegaron el Ballet de Barcelona, la gala de "Under the stars", la voz del canadiense Rufus Wainwright o un recital de ópera a cargo de estrellas mundiales como Jonas Kaufmann, Sondra Radvanovsky y Carlos Álvarez.
También sonó a golpe en la puerta, a reivindicación, la producción propia de "Orlando", un atrevimiento en las circunstancias actuales, pero a la que la organización del festival no ha renunciado pese a las dificultades.
Finalmente, la clausura de Camarena ha cerrado esta concentrada edición de una cita que espera recuperar el próximo año sus fechas y aforos habituales, aunque eso queda en manos de la ciencia.