Obras de Zeta Yeyati: Los afiches de la calle
El artista destaca por sus característicos ensamblajes con objetos reciclados a los que busca darles una nueva vida.
Madrid.- Con un pedazo de papel de lija y una obra por terminar, el artista plástico argentino Zeta Yeyati recorre las calles de Madrid en busca de una alcantarilla. De repente, se detiene frente a una de ellas, se arrodilla, despliega su pintura y, con destreza, comienza a deslizar el papel sobre su lienzo hasta que los cuadrados de la tapa de hierro quedan sutilmente grabados en ella.
A esta técnica, impulsada por el surrealista Max Ernst, se la conoce como `frotagge´, según explica el porteño en una entrevista, con motivo de la exposición de sus obras en el vestíbulo del Hotel Emperador de la capital española, con la colaboración de la Embajada de Argentina.
Además de este procedimiento, el artista destaca por sus característicos ensamblajes con objetos reciclados a los que busca darles una nueva vida. Por ello, la colección de obras que estarán disponibles en la Feria de Arte "Bada Madrid" del 5 al 8 de mayo, recibe el nombre de "La sobrevida de los objetos".
Crítica al consumismo
Para Yeyati, reciclar con el arte es una "buena bandera" con la que busca hacer una crítica al consumismo y a la filosofía del "comprar y desechar que propone el sistema".
"Toda la gente tendría que empezar a considerar el reciclaje como una posibilidad a futuro", reflexiona.
Bombillas, timbres de colores, zapatos de cerámica, manteles o vetustos marcos de fotografías son algunas de las piezas presentes en composiciones que persiguen la "ternura" y la "buena energía", bajo la consigna de "positividad y humor".
El arte como un juego
El artista define el arte como "un juego" que debe ser "cercano a la gente y para la gente", por ello, sus técnicas son "simples y accesibles" y su obra "irreverente". No obstante, rechaza la etiqueta canónica de "obra de arte" como algo "solemne" y solo para unos pocos.
El arte es como si fuera un patio de atrás donde uno va a jugar. La gente deja de hacer estas cosas porque se hace grande y, en realidad, se lo pierde”
Relata el autor al tiempo que reivindica su obra como una forma de "transmitir alegría y esperanza".
Al respecto, reconoce que, cuando trabaja, huye de la idea de reflejar su mundo interior porque este, a veces puede resultar "oscuro".
"Yo creo que toda la gente tiene problemas, pero me parece más importante tirar buena energía y buena onda, a través del color y de la alegría. Puede sonar superficial el concepto, pero me parece una buena misión. En tiempos difíciles, arte alegre", agrega.
Reinas cartoneras y magos protagonistas
El argentino ve la creación de sus piezas como una "receta" en la que "los afiches de la calle” y los animales juegan un rol protagónico. De este modo, construye un universo de personajes "sintéticos" con los que comienza a "jugar".
Entre estas figuras destacan "reinas cartoneras" que irradian "elegancia y prestancia", en un intento de visibilizar a los moradores de las ciudades latinoamericanas.
Para él, la calle "es un buen soporte" y, también una suerte de musa donde las clases sociales se igualan: "Toda la gente de distintas clases sociales pisa la misma calle, toda la gente sonríe y llora. Por tanto, en un punto, todas las clases están iguales y toda la gente debería ser más consciente al mismo nivel", insiste.
Inicios oscuros
Admite que, en sus inicios, su estilo era "más oscuro" ya que buscaba maderas quemadas y chapas oxidadas en calles y contenedores.
"Mi psicólogo me dijo: vos te buscas en los containers. Entonces, empecé a andar en los mercados y ferias para comprar cosas un poco más selectas y fue ahí cuando empecé a comprar telas y maderas gastadas", bromea el artista.
Más allá de las mujeres y de los, también recurrentes, caballos de su colección, Yeyati busca la magia a través de magos de colores, como seres capaces de hacer realidad los deseos de los humanos.
"En el mundo hace falta mucha magia y creo que el mago es una expresión de deseo en mi obra", concluye emocionado.